Las grabaciones que captaron la secuencia del crimen en Ciudad no sólo ayudaron a reconstruir el móvil del homicidio sino también complicaron a Cataldo respecto a su autoría. En las imágenes se ven algunos de los tatuajes que tiene el sospechoso: una pantera en su brazo izquierda y un duende en el derecho.
A esto se le suman el cotejo genético positivo entre el Negro Cata y un barbijo que fue encontrado en el teatro de los hechos, por lo que la evidencia científica su contra es contundente, al menos para esta altura de la investigación judicial. Los resultados del análisis llegaron a manos de la fiscal en tiempo récord gracias a un rápido trabajo de personal policial de la División Homicidios y los miembros del Laboratorio de Genética.
Con Roberto Cataldo ya imputado, se realizará una rueda de reconocimiento -por eso se pixela su rostro- con los testigos que vieron escapar al autor del crimen en Ciudad ocurrido en las últimas horas del domingo a la vuelta del Casino de Mendoza.