Contó que jamás imaginó tener que dispararle a una persona. “Nunca pensé que iba a vivir algo así, al punto que el arma estaba en un lugar distinto que el cargador. Le puse cargador y comenzaron a dispararme”, relató. Dijo que cuando lo t
Por Leonardo Otamendi
En una vivienda de Coquimbito se produjo un hecho trágico en la noche de este martes. Un delincuente fue abatido por el dueño de casa cuando aquel intentó asaltarlo, con al menos tres cómplices. Además de la muerte del ladrón, la tragedia se expande hacia esta familia, que ahora debe continuar viviendo, con temor a venganzas, con el recuerdo de ver a una persona morir y con la incertidumbre sobre si su vida común volverá alguna vez a ser igual.
Así lo manifestó el hombre que mató al ladrón durante una comunicación con diariouno.com.ar. Aún estaba shockeado cuando habló. Además de solicitar que su identidad no sea publicada pidió que los medios traten el tema con ciudado.
Es que algunos lo llamarán justiciero y posiblemente otros, allegados al ladrón caído, querrían saber quién es y dónde vive para vengarse.
Él en ningún momento se vistió de justiciero, muy por el contrario. “Es una situación muy difícil de explicar la que estoy viviendo”, reflexionó y al ser consultado sobre cómo seguirá su vida, respondió: “No lo sé”.
“Tengo mucha incertidumbre, por mí y por mi familia. Es muy difícil lo que estoy viviendo”, continuó diciendo el hombre a sólo 12 horas de haber sucedido el hecho que puede marcar su vida.
En ese contexto, este señor común que tiene una vida como la de cualquier mendocino recordó qué sucedió en su casa, alrededor de las 23.30.
“Escuchamos ruidos con mi esposa y sigilosamente nos acercamos a nuestra habitación. Cuando llegamos vimos que estaban (los delincuentes) en la ventana”, detalló. Según trascendió de fuentes judiciales, su esposa se encerró en un cuarto con las niñas pero él no quería permitir que ingresaran a la vivienda.
“Reventaron la ventana y uno entró a la habitación. Yo vi que al menos dos tenían armas, no sé los demás”. Fue en ese momento que el hombre tomó su arma, la cual estaba en su pieza.
“Nunca pensé que iba a vivir algo así, al punto que el arma estaba en un lugar distinto que el cargador. Le puse cargador y comenzaron a dispararme”, relató.
Esos segundos no se pueden describir, porque ni siquiera él puede hacerlo. Lo tiroteaban y las balas no le pasaban cerca, casi como un milagro. “Mirá, no te puedo explicar por dónde me pasaban los tiros, no sé en qué pensé. Disparé y lo maté para proteger a mi familia, aunque yo sólo reaccioné para defenderme”.
Fue un importante intercambio de disparos. Al menos 15 proyectiles contabilizó el personal de Policía Científica en el dormitorio y el ladrón tenía en su cuerpo entre cuatro y seis impactos. Sus cómplices salieron ilesos y huyeron. Al preguntarle al hombre si lo volvería a hacer, respondió después de dos segundos de silencio: “Prefiero no responderte eso”.
El ladrón abatido aún no fue identificado, tiene entre 18 y 20 años. Hasta el momento nadie se presentó en la morgue para reclamar el cadáver.
Entre tanto, el dueño de casa está libre. La Justicia consideró que actuó en legítima defensa. De todos modos, como él expresó: “Esto es muy duro, no se lo deseo a nadie. Tenemos que rehacer nuestras vidas”.
