Estaba acusado de enriquecimiento ilícito y el magistrado de Garantías Carlos Benegas dictaminó que no había delito. Igual suerte corrieron tres familiares que fueron acusados.

Fue sobreseído el ex titular del Instituto de Juegos y Casinos Miguel Ángel Alonso

Por UNO

Miguel Ángel Alonso, ex titular del Instituto Provincial de Juegos y Casinos, fue sobreseido ayerpor el titular del Sexto Juzgado de Garantías, Carlos Benegas, de la acusación de enriquecimiento

ilícito de funcionario público que le imputó el entonces Fiscal de Delitos Complejos Eduardo

Martearena.

En la misma causa, el fiscal especial también había dejado imputadas a tres familiares

acusadas de haber colaborado con el ex funcionario.

Es más, Martearena, quien dictó la imputación en febrero del 2007, también había elevado al

causa a juicio, que fue apelada por los defensores de Alonso, Carlos de Casas y Oscar Dimas Agüero.

Los letrados recurrieron al juez Benegas, quien desestimó y rechazó este requerimiento, y

finalmente lo sobreseyó, al igual que a las otras tres personas imputadas (sus nombres no

trascendieron).

Sin embargo se conoció que se trata de la esposa –de quien estaría separado–, una cuñada y un

concuñado.

Todos ellos también fueron notificados en su momento de la acusación que pesaba en su contra

y, al igual que Alonso, se abstuvieron de declarar ante la Justicia.

Estas personas –según la acusación de Martearena– estaban sospechadas de haber colaborado con

Alonso prestando sus nombres para figurar como propietarios de diversos bienes patrimoniales.

Alonso –a cargo de todo el juego estatal durante la gobernación de Roberto Iglesias y quien

prolongó su gestión tres años más en la gestión de Julio Cobos– dejó su cargo en forma abrupta en

el 2006, cuando tomó conocimiento de que Martearena lo investigaba por presunto enriquecimiento

ilícito a partir de una denuncia que recibió en forma anónima.

Cuando fue citado a indagatoria el 9 de febrero del 2007, se presentó acompañado del

penalista Carlos de Casas, quien en ese momento y en forma temporal representó al abogado Oscar

Dimas Agüero y estuvo en la sede de tribunales aproximadamente 40 minutos.

Durante la audiencia dijo que todo estaba en la documentación que presentó en tribunales en

forma espontánea en el 2006 referida a su patrimonio: sus ingresos (sueldo y adicionales por la

función pública, más los honorarios que percibía por su profesión de abogado) y la adquisición de

propiedades muebles e inmuebles, incluso en la costa atlántica.

La investigación

El fiscal Martearena inició la investigación, que ahora se cayó con el sobreseimiento, porque

quería saber cómo había hecho el funcionario, con aproximadamente $.4.300 de ingresos mensuales,

más lo que podía recibir por honorarios de abogado, para comprar y construir al menos dos inmuebles

valuados en varios cientos de miles de pesos.

El magistrado también investigaba la procedencia de varios automóviles que figuraban a nombre

de parientes.

Uno de estos rodados, según Martearena, estaba valuado en $145.000. También había un Peugeot

407 y un Citroën.