víctima fue desalojada ya que un juez de paz, inducido a error por los irregulares compradores,creyó que era una usurpadora. La historia comenzó a tejerse a principios de la década de 2000 cuando, escapando de lacrisis, Teresa Gladys Espejo (52), su marido y sus dos jóvenes hijas decidieron vender todo lo quetenían en Palmira y partir a España. Las mujeres se adaptaron rápidamente. Teresa y su hija másgrande, ya mayor de edad, consiguieron trabajo y comenzaron a disfrutar de cierta estabilidad.Distinta fue la situación de su marido, que no logró insertarse en el mercado laboral. En noviembre de 2007, gracias a los ahorros de las mujeres, Teresa compró una casa en SanMartín, soñando con el regreso. Adquirió una linda vivienda en Tropero Sosa 412, una muy buenaubicación dentro de la ciudad, y firmó un boleto de compraventa en la que ella y su maridofiguraron como nuevos titulares. La escritura no se pudo efectuar en ese momento por algunas deudasde impuestos que tenía la propiedad. A mediados de 2008, debido a la inactividad del marido de Teresa, se generó una fuertediscusión familiar y el hombre decidió retornar a Mendoza y ocupó la casa de Tropero Sosa. El 16 demarzo de 2009 regresó también Teresa, junto con su hija menor. La convivencia entre el matrimoniose tornó insoportable al poco tiempo y después de una situación de violencia la mujer logró que suesposo fuera excluido del hogar. De allí en adelante todo transcurrió sin contratiempos hasta que en octubre pasado Teresa fuea reclamar por una boleta de Obras Sanitarias que no le había llegado. Allí le emitieron una boletay descubrió que su casa ya no estaba a nombre suyo sino que figuraba como propiedad de dos abogadosdel fuero local. Lo mismo le ocurrió cuando fue a constatar la situación del inmueble en laMunicipalidad. Luego logró verificar que su casa había sido "vendida" nuevamente por la mujer aquien ella se la había comprado y que los nuevos "propietarios" eran dos abogados de San Martín enuna operación que fue refrendada por un notario. En 2007 Teresa había comprado la casa en $66.875,según el cambio actual en euros, mientras que los abogados pagaron $19.000 el 17 de agosto de 2010. La mujer denunció esto a la Justicia penal pero antes de que esta tomara en cuenta laacusación Teresa Espejo fue desalojada de su casa y por la fuerza pública, sin mediar intimación,el 15 de febrero último. La fiscalía del doctor Juan Manuel Bancalari avaló en estos días la denuncia de la víctima ytambién el Segundo Juzgado de Instrucción de la doctora Alejandra Alonso e imputó a la autora delas dos ventas de la misma propiedad, quien fue acusada de estelionato, un delito que tiene unapena que va de los 6 meses a los 6 años de prisión. En tanto mañana la Justicia resolverá la suerte de los dos abogados que figuran comocompradores irregulares e investigará si el ex marido de la víctima y el escribano que avaló lasegunda venta tienen responsabilidad en el caso.