Historias del crimen

El jefe Yakuza que engañó al FBI: le dieron prioridad para un trasplante y no aportó nada a cambio

Es un legendario de los Yakuza, realizó un pacto, no cumplió con su palabra pero salvó su vida

Tadamasa Goto es una figura legendaria en el mundo del crimen organizado en Japón, al ser uno de los grandes líderes de los Yakuza. Nacido el 16 de septiembre de 1942 en medio de la pobreza y la violencia desde temprana edad.

Hijo menor de cuatro hermanos, Tadamasa Goto perdió a su madre cuando era un niño. Fue criado por su abuela en condiciones precarias. La reconstrucción de Japón tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial creó un caldo de cultivo perfecto para el crimen organizado y no tardó en sumergirse en él.

Se convirtió en un delincuente callejero, robando y peleando para sobrevivir. Su entrada formal al mundo Yakuza ocurrió en 1972, a los 28 años. Dominaba el juego ilegal, la extorsión, el tráfico de drogas y la prostitución. Tadasama Goto ascendió rápidamente gracias a su astucia y brutalidad.

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El Yakuza que se retiró de la actividad luego de engañar al FBI.

El Yakuza que se retiró de la actividad luego de engañar al FBI.

La consolidación como Yakuza

En 1985, fundó su propia facción dentro de los Yakuzas. Para 1991, en Tokio, ya era un hombre temido: con al menos 9 condenas por crímenes como extorsión y agresión, controlaba un vasto territorio de apuestas ilegales y préstamos usureros.

No sólo era un líder mafioso, también se decía que era el mayor accionista de Japan Airlines, aunque esto fue desmentido por registros bursátiles. Rumores lo vincularon con celebridades y políticos, y su pandilla operaba en las sombras de la burbuja económica japonesa.

Pero su ascenso imparable en los Yakuza se vio truncado por un enemigo invisible: la hepatitis C, contraída probablemente por el abuso de drogas y alcohol. Para el año 2000, su hígado fallaba, y el pronóstico era mortal.

El pacto del Yakuza para salvar su vida

En Japón, la escasez de donantes de órganos era un problema crítico. Tadasama Goto, con recursos ilimitados pero vetado de entrada a Estados Unidos por su historial criminal, vio una salida en el extranjero. El UCLA Medical Center en Los Ángeles era uno de los mejores centros para trasplantes hepáticos del mundo.

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El Yakuza hizo un pacto con el FBI que nunca cumplió.

El Yakuza hizo un pacto con el FBI que nunca cumplió.

En 2001 negoció un pacto inusual con un agente del FBI destinado en Tokio. A cambio de información valiosa sobre las actividades de los Yakuza en Estados Unidos, obtendría una visa especial para ingresar a Estados Unidos y ser trasplantado.

En julio de ese año recibió un hígado de un donante: un chico de 16 años fallecido en un accidente de tráfico. La operación fue un éxito. Poco después, Tadasma Goto donó 100.000 dólares al UCLA, grabados en una placa que aún adorna el hospital. La contracara: ese año, en la región de Los Ángeles, 186 personas murieron esperando un hígado. El mafioso había saltado la fila.

Pero el FBI se llevó una decepción monumental. Tadasma Goto entregó solo migajas: pistas vagas y nada sustancial sobre operaciones Yakuza en Estados Unidos. Un exjefe de la unidad de crimen asiático del FBI lo resumió crudamente: "Vino, se llevó un hígado y se rió de nosotros al volver".

El tiempo pasó, fue expulsado de los Yakuza tras el escándalo y en abril de 2009, a los 66 años, anunció públicamente su conversión al budismo.

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