Modus operandi
Los interesados lo contactaban por teléfono, y luego de conseguir el certificado con el resultado negativo del test de antígenos, su número circuló entre aquellos que necesitaban viajar o realizar otra cuestión que implicaba demostrar que no tenían coronavirus.
El enfermero, quien trabajaba en el Hospital Lagomaggiore y en la Sociedad Española, cargaba estos falsos resultados negativos al Sistema Integrado de Información Sanitaria (SISA), mientras estaba en su horario de trabajo.
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El Hospital Lagomaggiore fue uno de los lugares que usó para cargar en el SISA los falsos resultados negativos.
Lo que desentrañaron los investigadores es que el profesional de la salud se encargaba de cargar en el sistema los datos de las personas que iban a testearse al nosocomio, pero no él quien cargaba los resultados, ya que eso estaba a cargo de otro especialista.
Con este dato, detectaron que los resultados cargados por el enfermero eran llamativamente todos negativos.
Como si esto fuese poco, también descubrieron que el enfermero jamás tenía contacto con las personas que requerían el hisopado, sino que, al parecer, directamente manipulaba el resultado del testeo y enviaba el resultado a sus clientes por Whatsapp.
Con todas estas pruebas en su contra, los pesquisas hicieron un allanamiento en su casa de Godoy Cruz, donde no encontraron al enfermero pero sí una gran cantidad de test de antígenos, y otros elementos vinculados, material que no debía tener en su vivienda.
Ya sin escapatoria, el sospechoso se entregó en la Comisaría 3, de Capital, donde fue imputado y quedó detenido a disposición de la Justicia. Como el fiscal del caso, Juan Manuel Sánchez, entró de licencia hasta febrero lo más probable es que el sospechoso quede privado de su libertad hasta entonces, pese a que los delitos que le imputaron son excarcelables.