A 12 días de la muerte de un bebé de cinco meses en su casa de Godoy Cruz, por el cual sus padres fueron imputados por abandono de persona, los investigadores esperan los resultados de la autopsia para resolver la situación de los acusados. El caso se debate entre un abandono de persona, con una severa pena, u homicidio culposo, que los deja en libertad.
El pequeño Kevin falleció en la tarde del 17 de abril, en la vivienda que compartía con sus padres, un adolescente de 17 años y una joven de 20. Los tres residían en una propiedad de la manzana 8 del barrio Sol y Sierra, del mencionado departamento.
Aquella jornada un llamado al 911 alertó de que el bebé no estaba bien, y los médicos que los asistieron constataron su deceso. A simple vista presentaba algunas lesiones en su cuerpo y estaba en un presunto estado de abandono.
Esta situación, lógicamente, no pasó inadvertida para los investigadores, quienes de inmediato ordenaron la detención de sus progenitores. A los pocos días, y sobre la base de las primeras pericias, el fiscal de Godoy Cruz Lauro Monticone imputó a los padres por abandono de persona doblemente agravado, teniendo en cuenta el vínculo y el resultado de muerte del menor.
Trascurridos los primeros días de la pesquisa se fueron conocimiento algunos avances en el expediente. Entre ellos, que el recién nacido no tenía quebraduras, fracturas ni había sido golpeado, por lo que se descarta una muerte violenta. Las lesiones que tenía se cree que eran por un cuidado que no era el más apropiado para su edad. Algunos testigos que declararon aseguraron que a los padres les costaba la crianza del bebé.
El resultado de la autopsia será fundamental para la continuidad de la investigación. A partir de que se conozcan las causas del deceso se decidirá si los acusados siguen con la misma imputación o es modificada por homicidio culposo.
Esta variante podría cambiar radicalmente la situación de los padres del pequeño. Imputados por abandono de persona doblemente agravado seguirán detenidos y arriesgan de 6 a 20 años de prisión en un futuro juicio.
En cambio, acusados de homicidio culposo pueden recuperar la libertad y de ser condenados a una pena que va de 6 meses a 5 años.
Actualmente la madre está alojada en la cárcel de mujeres de El Borbollón, mientras que el padre, de 17 años, está a disposición de la Fiscalía de Menores y su destino sería el ex COSE.
La sospecha es que Kevin puede haber muerto por ahogamiento con una mamadera con leche, ya que al parecer era habitual que se la dejaran para que la tomara solo. La autopsia definirá todo. Se espera que los resultados estén la semana que viene.