El 7 de diciembre de 2015, una noche invernal se transformó en una pesadilla para la familia Tipton en Estados Unidos. Lo que comenzó como una irrupción aleatoria en su hogar terminó en el crimen brutal de un niño de 6 años.
Cometió el crimen de un niño de 6 años tras apuñalarlo en la cabeza y estuvo sólo 7 años preso
El hombre que cometió el atroz crimen logró recuperar su libertad al poco tiempo y generó un debate
Pero no sólo eso, sino que casi una década después del crimen, el caso resurgió con la controvertida liberación del asesino, desatando indignación pública, amenazas a funcionarios y una revisión federal desde la Casa Blanca.
Incluso hasta el padre del niño asesinado prometió matar al criminal en caso de cruzárselo en la calle, así que el desenlace de la historia todavía está abierto.
El crimen del niño
La familia Tipton vivía una vida modesta en su casa de un piso en las afueras de un pueblo de Estados Unidos conocido por su paz suburbana. Logan, de 6 años, era el menor de los 4 hermanos que tenía el matrimonio.
Aquella noche, la familia dormía plácidamente cuando un extraño irrumpió en su casa a través de una puerta. Ronald Exantus (31) había conducido más de 3 horas hasta allí sin motivo aparente. Entró en la cocina, tomó un cuchillo y se dirigió directamente al dormitorio de Logan Tipton.
El ataque fue feroz e indiscriminado. El criminal lo apuñaló mortalmente mientras dormía, causándole heridas letales en el pecho y el cuello. Incluso luego atacó al resto de los integrantes de la familia que intervinieron tras escuchar los gritos del niño.
Ronald Exantus fue detenido poco después en las cercanías, aún con el cuchillo en su posesión y cubierto de sangre. Las autoridades lo describieron como un acto "aleatorio y sin sentido".
La condena por el crimen y la polémica
El juicio comenzó en marzo de 2018 y se discutió la salud mental del asesino. Los peritos psiquiátricos presentaron evidencia de que Ronald Exantus sufría de esquizofrenia paranoide no tratada, con episodios psicóticos que lo impulsaron a "matar demonios".
Tras deliberaciones intensas, el jurado emitió un veredicto mixto: no culpable del crimen por razón de insanidad, pero culpable de asalto. El juez impuso una sentencia de 20 años de prisión.
Hace pocos días, la herida se reabrió. Ronald Exantus, tras cumplir solo 7 años de prisión fue liberado condicionalmente el 1 de octubre. Cumplirá el resto de su sentencia bajo supervisión en Florida, donde se mudó.
La familia Tipton, devastada, recibió la noticia con furia. El padre del niño asesinado declaró a los medios: "Si alguna vez me cruzo con él, lo mataré. He hablado con Dios, pero esto es personal".
El 6 de octubre, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, tuiteó: "Es inaceptable que un asesino de niños camine libre tras unos años. Estamos revisando el caso". Esta intervención federal, inusual para un crimen estatal, abrió la puerta a posibles ángulos federales no explorados, como violaciones en el manejo de casos de insanidad.






