Positivo de alcohol y cocaína. Pero también con un grado de responsabilidad de la víctima fatal. Esta es la primera tesis de los investigadores judiciales por el accidente en Lavalle ocurrido hace un puñado de días que terminó con la vida de un hombre de 51 años.

Pedro Altamirano Vilca, de 72 años, fue imputado por el delito de homicidio agravado por el consumo de estupefacientes y de alcohol. Se trata de un delito que contempla de 3 a 6 años de cárcel y quedó detenido, aunque en los próximos días se evaluará si obtiene en el beneficio de la prisión domiciliaria debido a su edad.

El fiscal de Tránsito Fernando Giunta recibió los informes que determinaron que al momento del accidente en Lavalle el conductor tenía 1,60 gramos de alcohol en sangre -a partir de 1 gramo duplica el máximo de la Ley de Tránsito y se considera un agravante penal- y además había consumido cocaína.

Sin embargo, un adelanto de la pericia mecánica estableció que en el siniestro del lunes por la noche existió un grado de responsabilidad de Alejandro Coria, la víctima fatal. Es que el ciclista estaba circulando sobre la carpeta asfáltica y no sobre la banquina, tal como establece la Ley de Tránsito provincial. También agravó la situación que la ruta 143, donde fue el impacto fatal, estaba oscura y esto dificultó que el conductor de la camioneta pudiera ver con claridad al rodado menor.

En caso de que se pruebe que Pedro Altamirano se abrió hacia la banquina y allí atropelló la bicicleta de Alejandro Coria, la calificación podría cambiar a homicidio simple con dolo eventual -de 8 a 25 años de cárcel-, pero fuentes judiciales adelantaron que esta hipótesis está prácticamente descartada.