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El argentino castiga con cross de derecha al mexicano Zellhuber para ganar la pelea de MMA de la UFC 306. Ambos protagonizaron la "pelea de la noche" en el estadio The Sphere, de Las Vegas.
La durísima pelea de MMA que ganó Ribovics en el UFC 306 de Las Vegas
La estrategia de ambos en la pelea fue marcada por el aspecto físico. A pesar de ser ambos de peso ligero, el mexicano medía 10 centímetros más y contaba con 20 centímetros de ventaja en el alcance, por lo que intentaba mantener la distancia, mientras que Ribovics proponía un combate cuerpo a cuerpo.
En la primera ronda se notó la velocidad que imprimía el argentino aunque primó la paridad entre ambos. Igualmente, Zellhuber conectaba más, por lo que se llevó el asalto.
En el segundo round la situación seguía muy pareja. Zellhuber buscaba golpear con patadas y rodillazos, para aprovechar su longitud, mientras que El Gringo Ribovics fue apenas superior debido a, principalmente, golpes en la zona del hígado de su oponente.
Cuando la pelea no había brillado demasiado fue cuando llegó el mejor asalto del combate y, según la opinión de varios especialistas, del año. Cuando habían pasado algunos minutos, el mexicano conectó un gran codazo a la mandíbula que hizo caer al argentino, aunque rápidamente se pudo poner de pie.
Esta caída lo iba a desfavorecer en las tarjetas, por lo que el salteño debía jugarse el todo por el todo para ganar un último round que parecía ser el decisivo tras la paridad en los primeros dos.
El último round de la pelea de UFC 306 y un argentino como héroe
Y así lo hizo. A falta de tres minutos para el final de la pelea de MMA, Ribovics conectó un enorme volado de derecha que dejó visiblemente sentido a su rival y empezó la cacería. Zellhuber no podía sentir las piernas por lo que empezó a retroceder y tratar de escapar para ganar tiempo, mientras que El Gringo lo perseguía y lo golpeaba con ambas manos, desprotegiéndose pero dando el espectáculo que necesitaba para cambiar la opinión de los jueces. Un gran gancho de derecha volvió a aflojar las piernas del mexicano, quien llegó a tropezarse con la jaula intentando salir del asedio que estaba sufriendo.
Incluso llegó a parecer necesaria la intervención del referí, ya que por momentos Zellhuber no contragolpeaba, aunque seguía con la cabeza en movimiento. Además, en este último asalto Ribovics conectó mas de 70 golpes significantes, principalmente a la cabeza de su oponente.
Tras la decisión favorable, el salteño Esteban Ribovics declaró que por momentos sintió que podía ser noqueado pero que, por más dolor que tuviera en el cuerpo, su corazón siempre lo iba a llevar hacia adelante.