(Por Rodrigo Ríos - Diario UNO) Independiente Rivadavia perdió 3 a 1 ante Tristán Suárez, en el Bautista Gargantini, en un partido de la 5ª fecha de la Zona B de la Primera Nacional que se jugó este domingo.
(Por Rodrigo Ríos - Diario UNO) Independiente Rivadavia perdió 3 a 1 ante Tristán Suárez, en el Bautista Gargantini, en un partido de la 5ª fecha de la Zona B de la Primera Nacional que se jugó este domingo.
El golpe recibido es durísimo en este comienzo de temporada, algunos dicen que es mejor ahora que sobre el final de campeonato, pero lo cierto es que la Lepra no puede darse el lujo de perder como local si pretende lograr grandes cosas en este certamen.
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El técnico azul, Ever Demaldé, optó por modificar nombres para el encuentro ante Tristán Suárez, y de esta manera lograr un mayor equilibrio en el equipo. Nada de eso sucedió, ya que el equipo tuvo las mismas falencias defensivas de partidos anteriores, simplemente que en otros encuentros logró tener efectividad que en la noche del domingo no la pudo encontrar.
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Hubo fallas que esta vez se pagaron muy caro, porque enfrente había jugadores de jerarquía que hicieron valer su pontencial. Estas son dificultades que a Independiente Rivadavia se le venían presentando en partidos anteriores, como por ejemplo ante Chacarita en condición de visitante.
En cuanto a la actitud y el deseo de ir hacia el arco de enfrente, al Azul no se le pude reprochar nada. Ayer generó varias situaciones y solo una pudo ser convertida. Da la sensación que esta Lepra si no logra ser efectivo en el arco adversario, la tarde se le va a complicar.
Descoordinación, malos retrocesos, no cubrir espacios, pecar de inexperiencias son algunas características defensivas de este Independiente Rivadavia. Fue vencido por el peor equipo de la tabla de posiciones de la Zona B de la Primera Nacional, que no había obtenido un triunfo en el campeonato, esto hizo aún más catastrófica la caída en la noche del domingo.
Hubo una reunión extensa luego del partido entre dirigentes de Independiente Rivadavia y el entrenador, Ever Demaldé, en donde los popes azules expusieron su disconformismo con el andar del equipo. Le ratificaron la confianza al entrenador una semana más, todo dependerá del próximo encuentro ante Atlanta.
Se viene una semana de mucho trabajo, de barajar y dar de nuevo, para lograr ese tan ansiado equilibrio. Deberá corregir los errores defensivos, porque en una categoría tan difícil como la Primera Nacional, no te pueden convertir 6 goles en dos partidos e irte goleado todos los encuentros.