Sergio Chiquito Romero, arquero de Boca Juniors y héroe en la noche de San Pablo, celebró la hazaña de atajar dos penales y clasificar al equipo a la final de la Copa Libertadores.
Sergio Chiquito Romero, arquero de Boca Juniors y héroe en la noche de San Pablo, celebró la hazaña de atajar dos penales y clasificar al equipo a la final de la Copa Libertadores.
“Estoy contento, con 36 años me doy el gusto de disfrutar cuando llegan los penales y, si uno disfruta, se hace todo más simple”, comentó, tras protagonizar una nueva serie de penales, esta vez, dejando afuera a Palmeiras en semifinales.
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El arquero subcampeón del mundo con la Selección argentina, además, fue clave durante el desarrollo del encuentro, cuando el conjunto local generó numerosas situaciones de gol.
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“Sabíamos que el segundo tiempo iba a ser más duro que el primero, la expulsión de Marcos (Rojo) nos complicó y el árbitro nos sacó un cambio, pero por suerte estamos en la final”, se alegró.
“Me toca otra vez en Río, siempre es lindo jugar en el Maracaná”, agregó, en referencia a la final de la Copa Libertadores, que se jugará el 4 de noviembre en ese estadio, mismo donde Argentina perdió la final del Mundial 2014 ante Alemania, con Romero como titular.
Las manos de Sergio Romero brillaron de nuevo en San Pablo, nueve años después de haber clasificado a la Selección argentina a la final del Mundial 2014 por penales ante Holanda, el arquero de Boca Juniors llevó a su equipo a otra final, esta vez a la Copa Libertadores 2023 hacia un mismo destino, el estadio Maracaná, para la final ante Fluminense.
Cuatro salvadas milagrosas durante el partido y dos penales atajados le dieron a Romero el status de nuevo mito del pueblo boquense, pero también para su cosecha personal Chiquito, puede decirse, es uno de los héroes de San Pablo.
Si en 2014 Javier Mascherano le pidió convertirse en héroe, Romero repitió ante Raphael Veiga y Gustavo Gómez.
Se sentía en el aire del Allianz Parque, donde ningún local quería llegar a los penales por el derrotero de Romero, todo un verdugo para los pateadores en esta Libertadores, y otra vez Chiquito cumplió para enmudecer a los 40.000 hinchas de Palmeiras, así como lo había hecho con brasileños y holandeses en 2014.
La fiesta en el césped sintético mojado hasta doler del Allianz Parque fue toda de Boca y su arquero fue uno de los grandes responsables.