El chofer del ómnibus que transportaba al plantel de Huracán y que se accidentó camino al aeropuerto de Caracas, aseguró que con la maniobra que hizo les salvó "la vida" a los jugadores del Globito.
"Les salvé la vida a los jugadores con las decisiones que tomé en ese momento", expresó Malvin Hernández en declaraciones a TyC Sports, sobre el accidente que se produjo la semana pasada y en donde los jugadores de Huracán sufrieron heridas de diversa consideración.
En el accidente los jugadores más afectados fueron el mediocampista Patricio Toranzo y el delantero Diego Mendoza, además del preparados físico Pablo Santella.
Hernández relató que "hubo un defecto mecánico, se pinchó una manguera que bloqueó los cambios y los frenos. Lo que se rompió es como el pulmón".
"Inmediatamente notifiqué al plantel de esto, siempre pensando en la protección de todos", explicó el conductor del rodado que iba a más de 100 kilómetros por hora por una autopista.
Al percatarse del desperfecto técnico Hernández tomó la opción de salir de la carretera con una pendiente en subida, en donde tras una maniobra para aminorar la velocidad, el rodado terminó volcado sobre uno de sus costados.
"Estamos hablando de que íbamos a 900 metros de altura, es una pendiente bastante importante. Esa autopista no tiene planos para que el micro descanse. Cuando les aviso, todos se fueron para atrás y yo me quedo solo adelante, tomando las medidas correctas para la protección de mis clientes", afirmó Hernández.
En ese sentido, comentó que por su tarea profesional realizó diversos cursos psicológicos y técnicos, para cuando se produjera este tipo de siniestros.
Hernández afirmó que "el impacto fue cuando ingreso a la
rampa, recosté al micro contra el cerro. O era eso o nos moríamos
todos. El vehículo tocó el cerro y se recostó, nunca rodó. Decidí
hacer eso porque sino nos íbamos al precipicio y no quedaba
nadie".
El chofer del ómnibus de una empresa de transportes
venezolana, indicó que él tomó "las decisiones correctas", pero
reconoció que luego del accidente fue complicado soportar el
enojo de la delegación del "globo".
"No les echo la culpa por eso. Era la presión, los nervios
traicionan. Se alteraron demasiado, pero las lesiones no fueron
mi culpa. Yo cuidé sus vidas, los protegí. Igualmente les pido
disculpas por lo que nos tocó vivir a todos", expresó.
Hernández descartó que el ómnibus tuviera complicaciones de
cualquier tipo, y sostuvo que "estaba en condiciones".
"Hago esa ruta todos los martes. Siempre trabajo con
extranjeros, realizo los traslados al aeropuerto y todo eso.
Fue algo inesperado, pero les presté toda la seguridad posible",
dijo.