Análisis y opinión

Lo que Cristina no dice de cara a las elecciones de tercios

Nadie se hace cargo de la inflación, mientras Sergio Massa también se sube a la campaña

El imán Cristina pasó por la TV dejando su estela de definiciones e incógnitas, con picos de ráting inusitados para programas políticos y para el canal C5N de Cristóbal Lopez y Fabián De Sousa.

Atrapados por su personalidad, seguidores y detractores que no pudieron sustraerse de la entrevista realizada en un programa televisivo después de seis años de ausencia, han de haber concluido que la lideresa del kirchnerismo no piensa renunciar a su capital político.

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Cristina Kirchner fue entrevistada por Pablo Duggan, quien no le hizo preguntas incómodas.

Cristina Kirchner fue entrevistada por Pablo Duggan, quien no le hizo preguntas incómodas.

En la entrevista ratificó que no será candidata, pero afirmó explícitamente que seguirá militando hasta el último día.

Con su decisión de no competir en el presente proceso electoral, se entiende que buscará ser la gran electora de su espacio para definir las candidaturas y, de máxima, será su dedo el que indique el destinatario de la bendición.

En el próximo acto político del 25 de mayo conmemorará la asunción de Néstor Kirchner y servirá para dar una gran demostración de convocatoria militante al país y al Frente de Todos.

En ese ámbito y con un ambiente de fervor, seguramente seguirá insistiendo con su rol de analista de la realidad y apuntatá a la Corte, los medios hegemónicos, Macri y el Fondo Monetario.

Por ahí vuelve a ligar un palazo Alberto Fernández como culpable del desempeño de un gobierno del que ella se ha corrido. Sergio Massa probablemente zafe porque "recibió una papa caliente", como dijo en la entrevista con el interlocutor que eligió en la que no tuvo repreguntas incómodas.

¿Por qué no es candidata?

Cristina dice que técnicamente está con libertad condicional. Explica que no puede ser candidata porque la Corte ha mostrado sus intenciones con los casos de Tucumán y San Juan y, con una simple cautelar, la dejará fuera de carrera en medio del proceso electoral.

Entonces ella no puede debilitar al peronismo si se queda sin candidata, razona.

Así como Mauricio Macri saraseó para justificar que se bajaba de la carrera sin que mediara ningún operativo clamor del PRO, Cristina elige victimizarse y denunciar a la cabeza judicial complotada con la "mafia mediática" y la oposición.

La Corte está integrada por "una camarilla de tres personas" (queda afuera Ricardo Lorenzetti) que conforman un "dispositivo de persecución", dispara Cristina. ¿Y por qué? Porque "vienen por el peronismo y por la democracia", argumenta.

Cuando le insisten sobre la masa de seguidores que la quiere para un nuevo período en la presidencia, Cristina responde que lo vive como una "letanía", pero está segura de que la gente comprende textos, en referencia al documento que publicó en Twitter avisando que no competiría.

De ser así, y si no hay dudas de que la Corte la excluiría de las elecciones si se presentara, entonces no se explica la insistencia de quienes siguen pidiendo por "Cristina presidenta", a menos que en verdad piensen que lo de la proscripción judicial no implica un escollo para el clamor popular. Con ese razonamiento, si la Corte no representara un problema, el renunciamiento se debería a otro factor.

Cristina reconoce que el electorado está dividido en tres partes, así una vez más le da a Milei la misma entidad que las encuestas que existen de todos los colores. El desafío, agrega, es llegar al balotaje, con lo cual el problema, arguye, no es el techo sino el piso. De alguna forma está reconociendo la falta de fortaleza del peronismo y, lo más importante, es que demuestra coincidencia en este este caso con el análisis que mayoritariamente hacen los consultores de opinión pública.

Esas mismas encuestas también indican que en un escenario de segunda vuelta Cristina sería derrotada frente a todos los contrincantes que eventualmente se le presentaran, ya sea Milei o cualquier representante de Juntos por el Cambio. Son hipótesis que están lejos de confirmarse en los hechos, pero que dan un perfil del nivel de rechazo que hoy tiene la vicepresidenta, y que indican que en su caso el problema no sería el piso sino, por el contrario, el techo.

Sus opositores esperan verla derrotada en las urnas, por lógica, y si los cortesanos son sus enemigos se supone que también. ¿Acaso una proscripción no les evitaría ese anhelo?

Las encuestas que le anticipan un severo revés electoral son más poderosas que la cuestión judicial pero de eso, está claro, no habla.

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Cristina se sintió cómoda en C5N.

Cristina se sintió cómoda en C5N.

►Todo tiempo pasado fue mejor

Cristina dice que el gobierno de Néstor fue extraordinario. También destaca su segundo mandato, el más cuestionado de aquel ciclo en el que la secundó Axel Kicillof como ministro de Economía. Puntualiza que los trabajadores participaron en más de la mitad del ingreso, y hace la salvedad de que "los empresarios también ganaron mucho". Además, resalta que logró "bajar la inflación al 24 por ciento".

En realidad, en ese período de gobierno la inflación ya había escalado al 141,3% en los primeros 41 meses, superando a su propio mandato anterior que arrojó 92,6 por ciento en el mismo lapso y al de Néstor que arrojó el 24,7 por ciento. Según el reciente estudio del Observatorio Económico Regional y Urbano (UNCuyo), en base al INDEC y estadísticas provinciales, la inflación del gobierno de Macri aumentó al 206,7 por ciento en 41 meses, mientras que la gestión de Fernández ya lleva 448%to de inflación acumulada.

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En cada referencia que hace del gobierno de Mauricio Macri, Cristina lo plantea no como tiempo pasado sino que lo actualiza como un presente constante y tortuoso. Incluso así explica la inflación del gobierno actual del que, al mismo tiempo, no se hace cargo. "El endeudamiento de Macri con el Fondo y la fuga generó el estallido inflacionario", sentenció. Y se puso en el atril al proponer un acuerdo con los partidos con representación parlamentaria para abordar la "economía bimonetaria" y enfrentar el principal problema, que para ella es el FMI.

El factor Milei

Con el Frente de Todos desarticulado, y con la notoria caída en las encuestas de los referentes del PRO, el libertario se va afirmando cada día como un candidato a considerar.

El nuevo tercio "es de la bronca", describe Cristina y reconoce que hay que salir a pelear por ese espacio de preferencia "volviendo a enamorar" a la gente.

Al respecto opina que Milei se ha posicionado con su prédica anti casta, más que por detalles de su plataforma. En su análisis, no se estaría prestando demasiada atención si la figura del momento quiere privatizar todo, cerrar el Banco Central, dolarizar, o liberar la portación de armas.

Hacia las PASO

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Como líder del Frente Renovador, Sergio Massa salió a torear a Javier Milei.

Como líder del Frente Renovador, Sergio Massa salió a torear a Javier Milei.

Como componente del otro tercio, el radicalismo busca fortalecerse para la interna que se viene en Juntos por el Cambio, y ha mostrado cohesión en el encuentro programático realizado en Córdoba. En tiempos de consignas fáciles, parece una foto fuera de moda.

Por su parte, Sergio Massa salió bien conceptuado por Cristina cuando fue destacado por haber agarrado "la papa caliente" en un momento en que el Gobierno estaba al borde del barranco.

No significa que sea una bendición para ser el candidato del espacio, pero es un vientito a su favor.

Sin dar un anticipo sobre su futuro, Sergio Massa salió a torear a Milei con eso de la dolarización, y se plantó como líder desde la Mesa del Frente Renovador con algunas definiciones políticas: admitió "errores propios en términos de pérdida de reservas, de emisión descontrolada", pero apuntando al Banco Central. A diferencia de Cristina, Massa no sólo habla de las culpas ajenas, sino también de las cometidas por el actual gobierno al criticar la emisión de dinero, algo que va a contramano del catecismo kirchnerista.

En modo candidato, Massa fustigó a Miguel Pesce -otra interna en el oficialismo-, desentendiéndose del Gobierno que él mismo está encabezando en la toma de decisiones. Con esa estrategia empieza a ensayar la "Gran Cristina", en eso de ser oficialismo y oposición al mismo tiempo.

Una encrucijada más, sobre la que tampoco hay acuerdo en el Frente de Todos, es si van con más de un candidato a las PASO. Hasta el momento hay algunos que ya se han lanzado pero falta para que se depure la grilla de largada.

En el acto de la Plaza de Mayo en el que será la principal oradora, quizás Cristina deje algunos indicios de su visión sobre la competencia electoral. Ya avisó que su posta la deberán tomar "los hijos de la generación diezmada", por lo que no pocos interpretaron que ha sido un respaldo para Wado De Pedro, mientras Juan Grabois también se anota como heredero de ese legado.

Queda mucho por definirse y hasta hoy son muchas más las dudas que las certezas, pero algo sí ha quedado claro: con más o menos apoyo, con o sin candidatura, Cristina seguirá militando y buscará seguir influyendo en la agenda nacional, como corresponde a un animal político de su estirpe. Habrá que prestarle atención a lo que pase el 25 de mayo.

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