Mientras el mandatario se presentaba como el principal defensor de la creación de puestos de trabajo en el país, su vice y compañero de fórmula Mike Pence, repetía argumentos similares y revindicaba la política energética del Gobierno -que aumentó la producción de energías convencionales, pese a las críticas de ambientalistas- en una planta en Wisconsin.
Pence aprovechó además para volver a defender el nuevo acuerdo comercial firmado con México y Canadá, y atacar a la candidata a vicepresidenta demócrata, la senadora Kamala Harris, por no votar a favor de él en el Congreso.
"Escuché que la compañera de fórmula de Joe Biden está en Milwaukee hoy", aseguró el vicepresidente frente a un grupo de trabajadores, reconociendo que ambos decidieron visitar el mismo estado estratégico para los comicios de noviembre próximo.
"Los granjeros del sector lácteo de Wisconsin se merecen saber que la senadora Kamala Harris es uno de los 10 únicos senadores que votaron en contra del USMCA (sigla del nuevo acuerdo). Dijo que se había quedado corto en cuanto al cambio climático", aseguró Pence, según el diario local Milwaukee Journal Sentinel.
La visita de Harris a Wisconsin, apenas días después de las de Trump y Biden, demostró que el estado no solo se convirtió en un símbolo de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial, sino que también será decisivo para el resultado de las elecciones presidenciales.
Harris primero se reunió con la familia de Jacob Blake, el joven negro de 29 años que fue acribillado con siete tiros en la espalda por un policía blanco frente a su familia en la localidad de Kenosha, uno de los últimos casos de gatillo fácil que desataron una nueva ola de protestas y disturbios en el país.
Después de expresarles su apoyo en la búsqueda de justicia, Harris se reunió con miembros del sindicato Hermandad Internacional de Trabajadores de Electricidad y propietarios afroestadounidenses de negocios en la ciudad de Milwaukee.
De la misma manera, Biden se preparaba este lunes para cosechar el apoyo de varios sindicatos durante una acto asambleario convocado por el principal federación de sindicatos del país, la AFL-CIO, en Pensilvania.
Trump y Biden compiten por la Presidencia en medio del peor derrumbe económico desde la Gran Depresión, provocado por la pandemia y la parálisis que generó en el mundo entero.