Sin embargo con apariencia de medusa, se trata de un organismo colonial (una agrupación de varios organismos marinos) que en algunos países es conocido como un "terror flotante" por sus explosivas células punzantes y su veneno, que puede causar enfermedades graves e incluso la muerte.
Su veneno puede desencadenar una reacción alérgica que resulta en inflamación de la garganta, problemas cardíacos y dificultad para respirar mientras te asfixias, posiblemente hasta la muerte.
Esta carabela portuguesa es responsable de hasta 10.000 picaduras al año solo en Australia y el veneno puede causar un dolor insoportable hasta por tres días, dejando una desagradable marca similar a la de un latigazo como recuerdo.