La crisis que sacude a Venezuela no es meramente política, económica y social. Es una avalancha que no consigue encontrar barricada y que puede llegar a causar serias heridas.El gobierno buscó hacerle frente. Hace poco más de 40 días, el 6 de enero de 2016, el presidente Nicolás Maduro puso a Luis Salas al frente de la cartera económica para que sea él quien se encargue de la estrategia. No le sirvió. Ayer se viralizó la noticia de que había sido destituido.Y la economía sigue igual. En la cuerda floja. En las farmacias no hay remedios para combatir la fiebre ni repelentes para alejar a los mosquitos en medio de una epidemia de zika que golpea a todo el continente. En los supermercados las góndolas están vacías y son descaradamente largas las colas que hay que sortear para conseguir entrar.Ahora, los estantes vacios también se ven en las panaderías. Las panaderías anunciaron que van a recortar la producción de pan porque no tienen suficiente trigo, de acuerdo a una nota publicada por el diario español El Mundo.Es que son en total cinco los molinos del país que no están funcionando por la falta de materia prima importada. De hecho, los productos que tienen sólo bastarán para saciar el consumo hasta fin de mes. Es decir, no más pan en dos semanas.