La aplicación de la pena de muerte recayó sobre Kayle Bates, un veterano de la Fuerza Aérea de 67 años, condenado por homicidio en primer grado, robo armado e intento de agresión sexual en 1982.
Florida rompe récord de ejecuciones
La ejecución tuvo lugar a las 6:00 p.m. en la Prisión Estatal de Raiford, en el norte del estado, que concentra más de un tercio de todas las ejecuciones de Estados Unidos en 2025.
Florida ya había alcanzado un récord previo el 31 de julio con nueve casos, y ahora lo supera con diez, en medio de fuertes cuestionamientos de organizaciones civiles y de derechos humanos.
El caso de Bates y la polémica sobre la pena de muerte
De acuerdo con los documentos judiciales, Bates secuestró a Janet White, trabajadora de una oficina de seguros en el condado de Bay. Tras llevarla a un bosque cercano, intentó violarla, la apuñaló y robó un anillo de diamantes que llevaba en la mano.
Su ejecución ha sido particularmente polémica porque más de 130 veteranos de guerra enviaron la semana pasada una carta al gobernador de Florida, Ron DeSantis pidiendo que se detuvieran las ejecuciones de exmilitares en Florida. Argumentaron que cerca de 30 veteranos permanecen en el corredor de la muerte, muchos de ellos lidiando con traumas de servicio como el síndrome de estrés postraumático.
La asociación Floridanos por Alternativas a la Pena de Muerte (FADP) también denunció graves fallas en el proceso legal de Bates: más de 42 años en prisión, negativa de pruebas de ADN, asesoría legal deficiente y un juicio celebrado con un jurado compuesto únicamente por personas blancas.
Un año récord para las ejecuciones en Estados Unidos
Con la muerte de Bates, Estados Unidos suma ya 29 ejecuciones en 2025, superando las 26 registradas en todo 2024, según datos de Death Penalty Information Center. Se trata de la cifra más alta de los últimos cinco años, con Florida como el principal impulsor de este aumento.
El estado planea dos nuevas ejecuciones antes de septiembre: la de Curtis Windom, condenado por asesinar a tres personas, y la de David Pittman, de 63 años, culpable de matar a la hermana y los padres de su esposa.




