Las playas de varias partes del norte de Europa se han convertido en cementerios de cetáceos este invierno después de que se registraran varios casos de cachalotes que varaban en las costas de la región.
Desde enero hasta principios de febrero, 30 machos de esta especie de mamíferos marinos murieron en las costas del Reino Unido, Alemania, los Países Bajos y el norte de Francia, una cifra récord en esta zona.
Aunque la tendencia ya parece haber descendido, los científicos todavía desconocen qué es lo que llevó al suicidio a tantos cetáceos en las costas del mar del Norte, lejos de su habitat de caza en el extremo norte del Atlántico.
"Será muy dificil reconstruir completamente por qué este grupo se desplazó hasta el sur del mar del Norte. Sabemos muy poco sobre los viajes que realizan los machos después de abandonar el grupo en el que nacieron", comentó al portal Global Post Anja Reckendorf, una científica veterenaria de la Universidad de Hannover (Alemania).
Mientras que es relativamente fácil monitorear a estas grandes criaturas en las áreas costeras de, por ejemplo, México o la India, las profundidades del Atlántico suponen un obstáculo a la hora de estudiar el comportamiento de los mamíferos marinos.
En los medios de comunicación circulan varias teorías sobre las causas del fenómeno, que van desde la caza de calamares hasta las explosiones solares.
Los resultados preliminares de las autopsias realizadas a varios de los cachalotes revelaron más detalles, como la presencia de redes pesqueras plásticas en los estómagos de algunos de ellos.
Pero "hasta que obtengamos resultados claros de la autopsia esto sigue siendo especulación", subrayó Nicola Hodgins, investigadora del Centro para la Conservación de Ballenas y Delfines.
"Lo que sí sabemos es que la actividad humana tiene impacto. Estos fenómenos también muestran que sabemos muy poco sobre algunos de los animales con los que compartimos el planeta", agregó el científico.
Fuente: RT Actualidad