La policía detuvo a dos de sus agentes y a otros dos hombres de la villa el miércoles por la tarde y estaban buscando a tres sospechosos más.
Las autopsias confirmaron que las muchachas fueron violadas y estranguladas antes de ser colgadas, señaló Saxena.
Los vecinos acusaron al jefe de la estación local de policía de no atender el martes por la noche el reporte de desaparición de las niñas, que hizo su padre. El jefe de la estación de policía de Katra, ubicada 300 kilómetros al suroeste de Lucknow, capital del estado, fue suspendido.
La familia pertenece a la comunidad Dalit, también llamada "intocables" y considerada el escalón más bajo del antiguo sistema de castas de la India.
Los registros muestran que en la India, un país de 1.200 millones de habitantes, hay una violación cada 22 minutos. Activistas dicen que la cifra es baja debido a la fuerte cultura de tolerancia a la violencia sexual que hace que muchos casos no sean reportados. Con frecuencia las mujeres son presionadas por la familia o la policía a que no denuncien la agresión sexual y las que lo reportan son a menudo víctimas de ridiculización pública o estigma social.
La India fortaleció el año pasado sus leyes contra la violación sexual, convirtiendo la violación en grupo en un delito castigado con pena de muerte, incluso si la víctima sobrevive. El cambio ocurrió después que una patota violó y mató a una mujer de 23 años a bordo de un autobús en Nueva Delhi, lo que detonó protestas en todo el país y repudio internacional.
Fuente: AP.