Muchas son las personas que alguna vez han experimentado el hecho de que su auto se acelere solo, ya sea cuando está detenido y en marcha o cuando se está conduciendo. Esto, además de ser peligroso, es una clara muestra de problemas que deben ser solucionados cuanto antes.
Ante la pregunta de qué significa, lo cierto es que este problema se debe a una gran variedad de factores, que van desde la falla en alguno de los sensores hasta la suciedad en algunas válvulas.
Este problema debe ser solucionado cuanto antes, ya que puede ser peligroso.
Qué significa que mi auto se acelere solo
Que tu auto se acelere solo significa que hay un problema en el sistema que controla la mezcla de aire y combustible, lo más probable es un mal funcionamiento del cuerpo de aceleración, el sensor IAC (control de aire en ralentí) o una fuga de vacío.
Este tipo de problemas hacen que el motor aumente sus revoluciones de manera inesperada, por lo que, cuando ocurre, es necesario llevar el vehículo al taller para poder tener un diagnóstico.
Además de las fallas mencionadas, otro de los problemas que pueden darse es que el cuerpo de aceleración puede acumular suciedad, lo que hace que se atasque o falle. Mangueras de vacío rotas, agrietadas o desconectadas pueden causar fugas, y por ende este problema en tu auto.
Un filtro de aire sucio puede afectar la cantidad de aire que llega al motor y, en algunos casos, puede contribuir a la aceleración involuntaria. La falla en el sensor del acelerador también provoca esto.
El auto puede acelerarse solo por distintos factores.
Un mecánico podrá inspeccionar los componentes mencionados y determinar si se requiere una limpieza, calibración o reemplazo de alguna pieza del auto. Bajo ningún concepto ignores este problema, ya que de hacerlo puede representar un riesgo para tu seguridad.
Cada cuánto tiempo limpiar el motor del auto para evitar problemas
Lo ideal es limpiar el motor de un auto una vez al año, o cada 15,000-20,000 kilómetros, como parte del mantenimiento preventivo. Sin embargo, la frecuencia debe ser mayor (cada 3 a 6 meses) si el vehículo opera en condiciones difíciles, como terrenos polvorientos o embarrados.
De esta manera, no solo evitarás los problemas mencionados anteriormente, sino que también lograrás un mayor rendimiento y autonomía del auto.






