La Municipalidad de Rivadavia, en coordinación con la Policía, comenzó a remover de la vía pública los vehículos abandonados. También intimó a las agencias de venta de autos a que estacionen los vehículos a la venta en playas o espacios privados. Además comenzó a retirar los materiales de construcción que estaban depositados en los frentes y que reducían el espacio de las calles.
"La nueva Ley de Tránsito habilita a retirar los vehículos que estén abandonados en la vía pública por más de 72 horas", dijo el subcomisario Manuel Sanz, responsable de la Comisaría 13, de Rivadavia, que participa activamente en la campaña que inició la Comuna para despejar la vía pública en el departamento, especialmente en la ciudad cabecera.
"La Ley de Tránsito anterior ya habilitaba el secuestro de estos vehículos, pero esta es más específica", dijo Sanz, quien indicó que las remociones de vehículos ya realizadas "se produjeron después de 8 meses, de cuando los dueños fueron notificados de que debían retirarlos".
El policía aclaró que "la intención no es labrar infracciones y secuestrar el vehículo, sino que el dueño lo retire y lo ubique en un lugar privado, evitando así que obstaculice la vereda o la calle".
El programa municipal "Una Rivadavia más segura, limpia y ordenada" se basa en el cumplimiento de una ordenanza dictada el 27 de octubre de 2000, que le da a la Municipalidad "la exclusividad absoluta sobre la determinación de recolección, traslado y depósito final de los residuos sólidos del departamento".
En esa ordenanza se contemplan todos los residuos, incluidos los áridos y la chatarra. Sin embargo, como dijo el subcomisario Sanz, "no son muchos los que están dispuestos a pagar el precio de hacer cumplir esto. Es trabajoso y genera en muchos casos discusiones con los vecinos infractores".
La policía y la Comuna comenzaron ahora a realizar la remoción de vehículos (ya llevan 5 y una decena han sido retirados por sus dueños) por un par de motivos. Uno fue que se comenzó a desarrollar un plan de asfaltado de calles y los vehículos rotos impedían realizar este trabajo. El otro es que la playa de secuestros de Tropero Sosa, en San Martín, fue liberada un poco después de que algunos vehículos fueran compactados.
Además de secuestrarse el vehículo, se le aplica una multa al titular que ronda los $1.000. "Esto hace que el dueño del vehículo por lo general no desee recuperarlo y la chatarra quede en la playa hasta su compactación", indicaron.
El subcomisario Sanz recordó que el primer departamento que hace unos años aplicó un plan similar fue Junín, "y dio buen resultado", dijo.