La tendencia se inició en 2017 y es decreciente. En eventos sociales afirman estar trabajando sólo para cubrir costos

Organizadores de fiestas de fin de año advierten de una baja del 35%

Por UNO

El panorama económico no es el más propicio para pensar en fiestas, sobre todo para quienes tienen que pagarlas. Esto no sólo es una sensación, sino una realidad que se traduce en números. Las fiestas corporativas de fin de año constituyen uno de los segmentos a lo que han llegado los recortes. La baja, que ya se notaba desde 2017, hoy es del 35% según calculan desde la Asociación de Propietarios de Salones de Fiestas y Empresas de Banquetería. Para los eventos sociales, en general, afirman estar trabajando casi sin ganancias y sólo para cubrir costos.

"En las fiestas de fin de año de empresas hay restricciones muy importantes pero que ya empezaron el año pasado. Pedían presupuestos y después decidían otras actividades con el personal, pero no fiestas. La baja se ha notado mucho. Cuando antes invitaban a la familia entera, después pasaron al empleado solo y son muy pocas las empresas que siguen apuntando al festejo anual", comentó Mauricio Sequeiros, secretario de esta asociación y concesionario de Bodega del 900.

Que las firmas mendocinas restringen o eliminan directamente las fiestas que venían haciendo para agasajar a sus empleados es una tendencia que arrancó en 2017. "De 2016 a 2017 hubo una baja de entre el 15% y 20% y este año se acentuó mucho más. Podríamos hablar de una baja del 35%".

Pero no es el único segmento dentro del rubro de eventos que se ha visto afectado por la crisis, más allá de que los referentes en la contratación de salones y servicios admiten que la gente sigue haciendo fiestas, "con menos gente, un menú más barato y negociando algunas cuestiones que pueden bonificárseles".

En lo que respecta a fiestas sociales, como cenas de egresados, casamientos y cumpleaños, Sequeiros puso de ejemplo la actividad en Bodega del 900 y contó que la cantidad de eventos no baja, pero que están trabajando prácticamente al costo.

"Hay fechas vendidas hasta el año que viene. Lo que cambia en nuestro caso es que al ser un salón más grande los gastos fijos para tenerlo en marcha se han potenciado de forma estrepitosa y no se puede reflejar en el precio del menú porque no lo venderíamos. Tenemos que trabajar con una proporción costo-beneficio tan baja que en algunos casos hacemos fiestas al costo", dijo, detallando que en 2017 un menú para una cena de egresados costaba $750 (más IVA, la música, el mantenimiento del salón, el sonido y la seguridad) y que este año sólo pudieron aumentarlo 25%. Sin embargo, la suba de costos calculan que ha sido para ellos de 200% por las subas en energía, impuestos, mobiliario y personal.

"No sólo nos sube la comida. El año pasado sacábamos $100 promedio por persona en costos, al dividir en cantidad de personas. Ahora está ya en $385", sumó Sequeiros como dato para dimensionar, mencionando que si tuvieran que llevarlo al valor de la tarjeta un menú de egresados debería costar alrededor de $1.300 y con el resto de los servicios, serían unos $2.400 por persona. Ahora cobran alrededor de $1.600.

"El panorama general es que está muy difícil vender fiestas porque cuando hay inestabilidad económica la gente se retrae. Ante eso tenemos que hacer promociones y ofertas. Y calculamos más o menos que será durante un año más", afirmaron desde la asociación que nuclea a los propietarios de salones de fiesta, y agregaron que cada propietario desarrolla distintas estrategias para no salir con pérdidas y que la gente también pueda tener su evento.

Para esto detallaron que algunos sugieren una suerte de plan de ahorro, pagando de a poco por persona al precio vigente al momento de ir reservando lugares. Otros ofrecen que les paguen una seña y tienen que abonar 10 días antes de la fiesta según cómo cotice el dólar para entonces y hasta hay quienes están dolarizando directamente cada tarjeta.

Congresos y reuniones, en alza

En contrapartida a la situación general de los eventos sociales y corporativos, en Mendoza al que le sigue yendo bien, a pesar de que ven una merma en la cantidad de asistentes, es en congresos y reuniones.

Fabián Manzur, director del Centro de Congresos Gobernador Emilio Civit, comentó que la gente sí empieza a ser más precavida al momento de elegir asistir a este tipo de eventos pero que las convocatorias se han mantenido y hasta proyectan que el 2018 cierre con mayor cantidad de estas actividades.

"Mendoza ha crecido mucho turísticamente y también en el turismo de reuniones. Ya se sabe lo que es la provincia, con sus servicios gastronómicos, hoteleros, las bodegas y la gran conectividad desde el Aeropuerto ha ayudado mucho a su desarrollo. Comparado al año pasado estamos mejor en cantidad y calidad de congresos", expresó Manzur, detallando que pasaron de tener 220 eventos en 2016, a 238 en 2017 y que este año llegarían a 260. Sí la cantidad de asistentes para 2018 sería similar a la de dos años atrás (unas 180.000 personas).

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