Por la Justicia local, ninguno de estos casos fue juzgado como "gatillo fácil" y todas las causas fueron archivadas.

Nueve delincuentes murieron en manos de la Policía en la gestión Cornejo

Por UNO

A las 7.30 del domingo 27 de diciembre de 2015, dos ladrones escapaban de una casa del barrio Bombal, en Capital, con bolsos llenos de objetos de valor que acababan de robar. Un policía detectó el hecho y fue hacia ellos para detenerlos. En medio de un forcejeo entre los tres, un disparo salió del arma reglamentaria del efectivo e hirió a Esteban Gilyan, de 25 años, quien murió a las pocas horas. Casi al mismo tiempo un efectivo llegó en apoyo y al encontrarse con esa situación, también disparó su pistola e hirió a Franco Tejada, de 28 años, quien sobrevivió al hecho.

Ese fue el primer caso investigado como posible "gatillo fácil" durante la gestión de Alfredo Cornejo, que había comenzado hacía muy pocos días su mandato como gobernador. Luego se produjeron otras ocho muertes en manos de uniformados. En todos los casos, se consideró que los policías actuaron en cumplimiento del deber y en legítima defensa.

El fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, estuvo a cargo de la causa y luego de investigar a fondo lo ocurrido, la archivó por cumplimiento del deber y determinó que hubo una legítima defensa, por lo que el efectivo fue sobreseído.

Marcelo Puertas, director de la Inspección General de Seguridad, la cual investiga el accionar de la Policía, indicó que desde diciembre de 2015 hasta hoy no hubo casos de "gatillo fácil", pero sí resolvieron dos hechos ocurridos en 2013 y 2015.

En el primero, el policía Santiago Ochoa fue condenado a 17 años, en 2016, y exonerado, por lo que no podrá volver a ejercer ningún cargo público, por un hecho ocurrido en Guaymallén en junio de 2013. Ese día, él regresaba a su casa, y pocos metros antes de llegar, escuchó gritos y dos hombres que salieron de su vivienda. Sacó el arma y disparó a los ladrones. Uno de ellos murió de un disparo en la cabeza.

Según Puertas, esto se debe a que "hubo mayor preocupación y ocupación en aleccionar, informar y capacitar al personal policial a los fines de que tengan claro en qué circunstancias se puede utilizar el arma de fuego y no solo cómo utilizarla, sino también en qué momento hacerlo. Se hizo mucho hincapié en eso".

El director de la IGS sostuvo: "La capacitación siempre puede ser mejor. No solamente la capacitación para quienes se están formando para ser efectivos, sino también la capacitación la tienen que hacer los que ya son policías para saber cuándo disparar".

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Reglamento de uso de arma

Mucho se habló en las últimas semanas de la decisión de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, de autorizar a las fuerzas federales a disparar en caso de peligro inminente y sin necesidad de dar la voz de alto. Esto se planteó en Mendoza y el ministro Gianni Venier sostuvo que la Provincia adhiere, pero solo como formalidad.

El director de la IGS, Marcelo Puertas, indicó: "En principio, el reglamento no es aplicable a la fuerza de seguridad de Mendoza, porque cada provincia es autónoma respecto de la regulación de su Policía".

"Además, en Mendoza esto no es novedoso porque la Policía se regula por lo que establece el Código Penal y la ley 6.022, que es la que establece las normativas específicas, las obligaciones, las faltas, el momento en que puede usar el arma de fuego. El reglamento es jurisdicción para la Nación y no agregaría nada nuevo a lo que ya tenemos en Mendoza. Sí es nuevo para las fuerzas nacionales, pero no para nosotros", explicó.

Además, insistió: "El miedo a disparar o a usar el arma reglamentaria proviene del desconocimiento. A medida que el policía es más capacitado va perdiendo ese miedo porque tiene claro cuáles son las circunstancias en las que la ley le permite actuar y cuándo no se le permite".

Se refirió a que los efectivos deben tener una constante capacitación "no solo técnica y cómo operar el arma, sino teórica de cuándo operarla. Más allá que el momento de la determinación son segundos, pero si tiene en claro cuándo puede utilizar el arma o no, el temor desaparece porque actúa de acuerdo a lo que sabe que es legal o ilegal".

Otros hechos que preocupan

El robo de elementos provistos por el Estado está en la mira de las autoridades que, incluso, indicaron que ahora los efectivos son sancionados y hasta pueden ser cesanteados.

Marcelo Puertas sostuvo: "Es algo que nos preocupa y empezamos a hacer sumarios por robo de armas, chalecos u otros elementos, por los que antes no eran sancionados. Hoy se inicia un sumario y tienen penas y sanciones importantes para evitar estos hechos o para que pongan mayor atención de dónde las guardan".

El problema es que tanto las armas como chalecos antibalas u otros elementos de la Policía que son robadas o perdidas generalmente terminan en manos de la delincuencia. Un ejemplo claro es el de un policía que deja su arma reglamentaria en el auto estacionado en la calle. Si le roban el auto con el arma, será considerada una negligencia por no haber dejado el arma a buen resguardo.

El efectivo será sancionado por ese hecho, se le dará un arma nueva y en el caso de que la vuelva a perder en un acto similar, es decir que haya reincidencia, "está demostrando que para él no es importante tener un arma de fuego y ayuda a que el delito tenga dos armas provistas por el Estado", dijo Puertas.

"Esa falta de apego a sus responsabilidades esenciales del policía podría terminar en una cesantía porque ya no se le puede dar un arma, no tiene la responsabilidad para portarla", indicó el titular de la Inspección General de Seguridad.

Por otro lado, los hechos de violencia de género o intrafamiliar siempre tienen en vilo a las autoridades de la IGS.

"En la sociedad, vemos que se ha evidenciado con mayor proporción los casos de violencia de género, no porque antes no existieran, sino porque hay mayor confianza en la institución a fines de denunciarlos", indicó Puertas y la Policía no está exenta de estos casos, "en las estadísticas de sumarios se puede ver claramente que hay casos de violencia de género y violencia intrafamiliar", añadió.