Irrigación busca rigurosidad para que paguen los que derrochan agua

Por UNO

Que ya no se hable de emergencia hídrica, después de 9 años de anunciarse tal situación para Mendoza, sino que se considere la falta de agua como algo "normal" es, en materia simbólica, uno de los cambios a los que apuesta el Departamento General de Irrigación de Mendoza, referido al espíritu del Plan Sequía que lanzarán el 12 de octubre. Este busca reajustar el uso del recurso, con una nueva organización en su distribución.

También se busca más rigurosidad para que paguen quienes derrochan y seguir apostando al riego acordado y a demanda.

En dos semanas se conocerán los detalles de un nuevo Pronóstico de Escurrimientos de Aguas Superficiales de los ríos de Mendoza que en los últimos años ha dejado en evidencia una situación crítica. En consonancia con una serie de medidas lanzadas el año pasado, Irrigación apostará a largo plazo a afianzar acciones y tomar medidas aún más severas en el control de la distribución a través del Plan Sequía, ya que "la falta de agua no es una situación imprevisible y no se resuelve en un período corto de tiempo".

"No se puede ir de plan de contingencia en plan de contingencia. La aspiración es trabajar en un plan hidrológico que contemple todas las situaciones, lograr la implementación del Consejo del Agua y la cultura del pago de la gente. También que se riegue sólo con agua de riego, una finca, casa quinta o un jardín y usar el agua potable sólo para bebida. Y los que la necesiten para otro uso que tengan que pagar una tarifa distinta", detalló a Diario UNO el titular de Irrigación, Sergio Marinelli.

Discutir la reasignación de cupos

Más allá de que los detalles en cuanto a acciones concretas serán difundidos desde el 12 de octubre, el funcionario adelantó que pretenden tomar un rol activo, no sólo impulsando diagnósticos sino cambios. El más importante, señaló, vendría con una nueva distribución del agua y discutiendo su reasignación para empresas productoras y regantes.

"Cada vez hay menos oferta, que es lo que siempre se trabajó: tenemos tanta nieve, tenemos tanta agua, te la doy de tal manera. Pero hay cuadros de riego de la provincia con más de 50 o 70 años que no variaron nunca y la realidad ha variado muchísimo en todos los aspectos", señaló Marinelli, especificando que se seguirá trabajando sobre la oferta pero también sobre la demanda. Sobre esto, empezaron con pruebas desde el 2017 con dos nuevas formas de distribuir el agua de riego, la del riego acordado y la del riego a demanda para el agua superficial.

"El año pasado hicimos la Resolución 1.410 con un conjunto de medidas para regar solamente las propiedades al día o cultivadas hasta la posibilidad de tomar una perforación privada para utilizar esa agua para volcarla a un canal y mejorar la dotación de riego de una zona", recordaron desde Irrigación.

El riego acordado, señalaron, consiste en que el inspector de Cauce elabore el cuadro de turnos a partir de los pedidos de los regantes. Que puedan decir qué día, en qué momento y cuánta agua necesitan o desean recibir. Este sistema ya comenzó con una prueba piloto con el canal Bajada de Araujo, en Lavalle.

El riego a demanda, por su parte, implica que cada usuario riegue cuando lo desee. No le piden agua al inspector, sino que gracias a un sistema presurizado parecido al de agua potable domiciliario, disponen automáticamente de los caudales necesarios. La prueba se está haciendo en Tupungato, con la obra de modernización del sistema de riego del arroyo Villegas-canal La Pampa.

Por ley, podría pedirse que se reempadronen

El lunes ingresó en Diputados un proyecto de ley que busca el reempadronamiento ante Irrigación de todas las concesiones definitivas y eventuales, de aguas superficiales y subterráneas de Mendoza. Es decir, todo el que tiene una propiedad con derecho de a riego debe reinscribirse en un plazo de 180 días.

"Vamos a asegurarnos de que quien tiene esa concesión hídrica la usa bien, ya sea para consumo humano o para cultivar. Ése que se quede tranquilo. Para el que lo tiene solo aplicado a una especulación inmobiliaria, Irrigación tendrá la potestad de decidir, porque es la autoridad de aplicación", comentó el diputado Jorge Tanús (Unidad Ciudadana), autor de lo que llamó podría ser una "ley de orden público", que asegura está hablada con funcionarios de Irrigación y otras carteras afines.

El legislador justicialista planteó que se podrían controlar unos 40 mil derechos otorgados, quedando un stock de aquellos que no justifiquen su uso para que reasignación.

Ante posibles cuestionamientos, Tanús dijo que Irrigación haría aportes y que "como no se cambia la Ley de Agua, el que hace bien las cosas, tiene que estar tranquilo".

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