Los factores archiconocidos, como la crisis económica, la suba del dólar y la pérdida del valor adquisitivo de los salarios se nota. Pero hay un lugar donde se destaca y se hace más palpable la recesión al concentrarse la actividad comercial, y es en las galerías comerciales. Allí se nota claramente, no sólo la falta de clientes, si no también que se patentiza por el marcado cierre de locales.
La situación no es homogénea, ya que la mayoría de las galerías del micro centro de Mendoza datan de fines de los años '70 u '80, y se ha dado un fenómeno de especialización de algunas, y conservan un "nicho" de clientela por tener compradores específicos.
Pero donde más se nota el mal momento financiero es en la galería Caracol, de calle San Martín al 1200. Cerca del cincuenta por ciento de los locales están cerrados y se ofrecen vanamente en alquiler.
"Yo tengo 54 años y recuerdo bien muchas crisis, pero ninguna ha sido como esta. Nosotros apenas nos mantenemos con las ventas, pero hay días en que no hago ni una sola venta", explica Antonio, encargado de un negocio de indumentaria, la actividad más común en ese paseo inaugurado con gran suceso a finales de los años '70s y anticipando lo que sería el fenómeno de los malls. La Caracol, que fue el punto e encuentro de la juventud mendocina en sus primeros años, ahora luce con poca gente. "Se da un fenómeno estacional, en temporada vienen muchos chilenos, pero a pesar de que aún les es favorable el cambio, ahora regatean mucho, compran poco y la mayoría sólo entra a pasear", comenta Wilson, el propietario de un negocio de prendas de cuero.
También luce muchas vidrieras tapadas con papel de diario y carteles de venta o alquiler, la galería Bamac, también inaugurada antes de los '80. Sobreviven apenas algunos negocios de ropa, entre ellos Almendra, que tiene cerca de 15 años en ese lugar, según comentaron las dos vendedoras.
"Este es un negocio de ropa exclusiva para fiestas, y ahora comienza nuestra temporada fuerte, especialmente por las fiestas de egresados. Pero en otros años, te juro que no podría haberte atendido para hacer esta nota al estar lleno el lugar", confesó Andrea, que agregó: "Ahora entra poca gente, y pregunta mucho, saca cuentas y pide financiación. Antes se podía dar hasta 12 meses sin interés, luego tuvimos que bajar a 3 cuotas, y actualmente nos han llegado sugerencias desde las tarjetas de crédito para que apliquemos un diez por ciento en las ventas en un pago, y es algo que no podemos hacer, absorbemos nosotros el gasto, porqué si no, no vendemos", explicó.
En la Galería Mendoza se da un fenómeno raro, y según explica Silvina, la administradora "Acá no se nota tanto la crisis, los comerciantes son dueños de los locales, y son rubros especializados, que conservan su clientela", comentó.
Algo similar explicó Alejandra, vendedora en un negocio de indumentaria para danza, en la galería Independencia, pero aclaró que las ventas "han bajado muchísimo".