La Octava Cámara del Crimen, en un fallo inédito, lo penó por homicidio simple con dolo eventual y lo inhabilitó para conducir.

El por qué de la histórica condena por la tragedia de Tur Bus

Por UNO

El haber tomado una curva de la Ruta Nacional 7 a 99 kilómetros por hora cuando la señalética indicaba que la máxima eran 40 kilómetros, haber desoído las súplicas de los 40 pasajeros que transportaba en un micro de Tur Bus a Chile para que bajase la velocidad y minimizar las señales de otros conductores que le indicaban lo mismo debieron haberle hecho pensar al chofer Francisco Sanhueza (31) que podía ocasionar un accidente fatal como el que les costó la vida a 19 personas. Así lo entendió la Octava Cámara del Crimen, que lo condenó a pasar 20 años en prisión, en un fallo histórico para la provincia.

A la 0.15 del 18 de febrero del 2017 se produjo en Mendoza la peor tragedia vial de su historia: al volcar el colectivo 2.267 de la empresa chilena Tur Bus en la conocida Curva del Yeso murieron 19 personas y otras 21 resultaron con distintas lesiones.

Al momento de la tragedia, el micro era conducido por Francisco Sanhueza, un experimentado chofer que había hecho más de 100 viajes de Mendoza a Chile y que de hecho había recibido su instrucción como chofer profesional en el mismo corredor internacional.

Sin embargo, esa noche duplicó la velocidad permitida y pese al ruego de los pasajeros para que transitara más despacio y de su mismo compañero chofer con igual advertencia, hizo varias maniobras y hasta provocó que se cayeran los equipajes de las personas que transportaba. Así llegó a la tristemente conocida Curva del Yeso, en donde se salió a la banquina y finalmente volcó.

"Todas estas advertencias nos permiten aseverar que el señor Sanhueza conoció la posibilidad de los daños y las lesiones que podía provocar y aun así continuó con su plan", remarcó el abogado Octavio de Casas, uno de los querellantes de la causa, y continuó contundente en su alegato. "Por eso este es un caso de manual de cuando está presente el dolo eventual. Francisco Sanhueza tenía un arma, un Mercedes Benz de la empresa Tur Bus con destino a Chile, sabía cómo usar esa arma porque era chofer profesional, sabía de las posibles consecuencias lesivas de usar indebidamente esa arma, porque recibió capacitación en esa ruta, conocía a la perfección el campo de tiro porque conocía el tramo que manejaba, siempre el mismo; fue advertido por otros tiradores, su propio compañero y las señales del campo de tiro y por los espectadores de ese campo de tiro que acá fueron los pasajeros, en ese contexto decidió usar indebidamente el arma y continuar con su plan", dijo, y pidió la misma pena que la fiscal, de 25 años de cárcel y la inhabilitación para conducir.

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El fallo

Tras conocerse el pedido de los tres abogados querellantes y de la fiscal de cámara Paula Quiroga, quien estuvo acompañada por el fiscal que instruyó la causa, Gustavo Pirrello, la Octava Cámara del Crimen encontró a Sanhueza autor culpable y responsable de la muerte de 19 personas, lesiones graves y gravísimas de tres personas y lesiones leves de 18 personas.

Además ordenaron su inhabilitación absoluta y especial para conducir por el máximo previsto por la ley.

"Es una condena ejemplar que marcará un precedente en la Justicia local porque si bien hubo fallos por casos de accidentes fatales caratulados como homicidios con dolo eventual, las penas fueron cercanas al mínimo de las previstas para el homicidio doloso. En lo personal estoy muy conforme con la pena que confirma la hipótesis que manejamos desde un primer momento en la investigación de la tragedia y por el tiempo en que se resolvió", resaltó el fiscal que investigó el caso, Gustavo Pirrello.

"Se me acabó la ruta"

El viernes pasado, Francisco Sanhueza pidió declarar y hablarles a los familiares de las víctimas que estaban en el debate. Sostuvo que era normal que en algunos tramos de la ruta de Mendoza hacia Chile excediera la velocidad permitida, ya que conocía en qué sectores hacerlo sin correr peligro, que se distrajo con varios autos que estaban en la banquina derecha y con las luces encendidas para ingresar a la aduana de Horcones. Como consecuencia se encandiló y no vio el cartel que indicaba la cercanía con la pronunciada Curva del Yeso.

"Se me acabó la ruta", expresó, y agregó que trató de tomar una decisión rápida para no perder más tiempo y eligió maniobrar para que el micro entrara en la curva, en lugar de frenar o seguir derecho, ya que el desenlace podría haber sido peor.

Su relato no coincidió en nada con los sobrevivientes, quienes destacaron que el micro se movía de lado a lado y que unos minutos antes del accidente los bolsos se caían de la parte superior debido a la alta velocidad con que circulaba.

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Foto: Nicolás Bordón / Diario UNO.
Foto: Nicolás Bordón / Diario UNO.
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Foto: Horacio Altamirano / Diario UNO.
Foto: Horacio Altamirano / Diario UNO.
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