Las plantas, después del paso de la motosierra, parecen cadáveres tendidos sobre la tierra de un campo en el distrito El Zampalito, en Tupungato. Una máquina levanta los troncos y los sube a un camión para que quede limpia la escena que guarda algunos esqueletos de lo que fue una vasta plantación de perales. En pocos días, Miguel Jiménez verá sólo el terreno limpio y analizará si el año que viene le conviene cultivar algo. Con la pera no le fue bien. Las últimas que mejor vendió se las pagaron a $3,40 el kilo. Son las mismas que se ofrecen casi 11 veces más caras en una verdulería, a más de $38.
Este es el caso de Miguel. Pero como él hay muchísimos productores mendocinos que están abandonando fincas o desisten de algunos cultivos porque la brecha entre lo que reciben por sacar el producto del campo y venderlo y los precios que paga el consumidor es cada vez más grande. Por ende, para ellos es cada vez más injusto. Son varios los productos que cotizan alto en los mercados pero se pagan miserias en el primer eslabón de la cadena.
La Federación Económica Mendoza (FEM) informó que según las últimas estadísticas de la CAME, en julio la brecha en productos agropecuarios aumentó 11,4%, con una diferencia en promedio de casi 6 veces más de valor en góndolas.
Los productos más afectados fueron la pera, para la que el precio se multiplicó por 11,7 veces, y la naranja, con una multiplicación de 11 veces, similar a la de junio. Siguen la zanahoria (11 veces), el limón (9,6 veces) y la mandarina (8,9 veces).
En primera persona
"Los arranco porque llevo 5 años gastando y perdiendo plata. Los motivos están en el factor climático, que no podemos manejar y que se puede controlar un poco con malla antigranizo aunque no a la helada, pero lo que más nos ha afectado es el basureo de arriba abajo hacia el productor", comentó Miguel Jiménez, que es uno de los productores de pera de Tupungato que abandonaron ese cultivo porque "el pago fue un desastre".
En su caso, después de varios años de malas experiencias no sólo por la cosecha sino por el trato y los pagos con las firmas a las que les vendió el producto, la última cosecha -fue buena- lo dejó con números en rojo. "No recuperé ni el 50% de lo invertido", aseguró y detalló que a la pera de primera calidad a pesar de que le dijeron que iban a pagársela por arriba del precio de base del año pasado ($3,9 el kilo), se la pagaron la mejor parte a $3,45 en el mejor de los casos. Otro porcentaje lo cobró a $2,28 y otro a $1,45.
Hoy en la góndola el kilo en promedio se vende a $38 y en una verdulería de barrio llega a costar $48. En conservas, los 500 gramos de pera enlatada cuestan más de $80.
Según la CAME, la brecha en este producto que en promedio se pagó a $3,20, se acrecentó 3,8 veces en el mes (47,7%) y de 7,9 veces en junio pasó a 11,67 en julio. Nuevamente la mayor parte del impacto de ese aumento la recibió el productor, que vio reducir 26,5% los precios que se le pagaron por su cosecha en el mes.
En lo que refiere a la zanahoria, la brecha creció 5,2 veces (90,1%), pasando de 5,81 en junio a 11,04 en julio. La variación fue imperceptible para el consumidor pero tuvo alto impacto sobre el productor, que vio reducir los precios recibidos por sus productos en 46,6%. Los precios de góndola subieron 1,4%.
Sin embargo, según comentó el productor Santiago Salassa, se trata de una variación estacional: "Como es época de producción, subió la oferta del producto y eso provocó una baja en el precio de origen", dijo.
"La situación del productor es delicada porque a la pérdida de participación en julio se le sumaron incrementos en los precios de los combustibles y de los insumos generales", agregaron como referencia a la problemática desde la FEM, a raíz del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora la CAME.
Más allá de que la brecha no es novedad y se viene repitiendo desde hace años, lo que alerta son los aumentos en los costos de producción y también que la tendencia a recibir menos por la mercadería y a que cueste más al consumidor es creciente. En julio, el IPOD agrícola alcanzó un valor de 6,35 veces, 13,4% mayor a junio, subiendo por sexto mes consecutivo. Además, la participación promedio del productor en el precio final del producto bajó 13,8%, uno de los valores más bajos desde que se comenzó a medir.
En materia de políticas y reclamos, desde algunas cámaras con liderazgo de la FEM vienen manteniendo reuniones con funcionarios nacionales y provinciales mostrando la alarma por la situación de los agricultores que están hasta abandonando la actividad.
En lo inmediato, Sebastián Lafalla, al frente de la Cámara de Comercio y Agricultura de Tupungato, comentó que en reuniones mantenidas en Buenos Aires se reclamó como medida para el agro un buen sistema de registración de empleados. "Algo simple, rápido para fomentar trabajo en blanco que sea más favorable para el productor y para los trabajadores también" .
Con respecto a los coletazos de la brecha, Lafalla detalló que en el Valle de Uco se está abandonando casi la totalidad de fincas de manzana y pera y que es una problemática que afecta a todos los productos, como a la nuez y al vino.