La Policía de Nueva Gales del Sur, en Australia, publicó un conjunto de fotos y registros inéditos que muestran cómo los responsables del atentado en Bondi Beach planificaron y prepararon el ataque que conmocionó a Sídney el pasado 14 de diciembre de 2025.
El material fue autorizado para su difusión tras la modificación de órdenes judiciales y forma parte del expediente que investiga el accionar de los atacantes. Incluye imágenes de cámaras de seguridad, fotografías de artefactos explosivos improvisados y registros de los movimientos previos de los sospechosos.
Bombas caseras y tareas de reconocimiento previo
Entre los elementos difundidos se destacan dispositivos explosivos de fabricación casera, construidos con tuberías metálicas, baterías y cinta adhesiva. Si bien algunos de estos artefactos no llegaron a detonar, los peritajes determinaron que eran potencialmente letales.
Las imágenes también muestran cómo los atacantes realizaron tareas de reconocimiento en la zona de Bondi Beach en los días previos al atentado, observando accesos, zonas de circulación y posibles vías de escape. Para los investigadores, este material confirma que se trató de un ataque premeditado y planificado con antelación.
El expediente judicial incorpora además videos hallados en teléfonos móviles, en los que los sospechosos aparecen manipulando armas y practicando movimientos tácticos. En otros registros, se los ve frente a símbolos asociados al extremismo islámico, lo que refuerza la hipótesis de una motivación ideológica detrás del ataque.
Las autoridades señalaron que estas pruebas serán fundamentales en el proceso judicial que enfrenta el principal acusado, mientras continúan analizando el resto del material secuestrado durante los allanamientos.
El contexto del ataque que conmocionó a Australia
El atentado ocurrió en Bondi Beach, uno de los puntos turísticos más concurridos de Sídney, durante una jornada de alta concurrencia. El ataque dejó al menos 15 personas muertas y decenas de heridos, y fue calificado oficialmente como un acto terrorista.
Durante el operativo policial posterior, uno de los atacantes murió abatido por las fuerzas de seguridad, mientras que el otro fue detenido y permanece bajo custodia con múltiples cargos por terrorismo y homicidio.
Con la difusión de estas imágenes, la policía busca reforzar la transparencia del proceso judicial y aportar nuevas pruebas al caso. La causa continuará en los próximos meses, cuando la Justicia australiana evalúe la totalidad del material recopilado y defina los próximos pasos legales.






