El juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Pablo Busaniche, ordenó este martes que Facundo Castro, capturado el pasado viernes en Monte Vera en el marco de una causa por amenazas, quede en prisión preventiva por un plazo de 60 días. La medida además revocó un fallo de principios de este año que había dispuesto que el hombre de 40 años permanezca con prisión domiciliaria y sea monitoreado mediante una tobillera electrónica por agentes técnicos del Ministerio de Seguridad.
El dictamen del juez Busaniche se produjo en una audiencia celebrada en la Sala I del subsuelo de tribunales entre el fiscal del caso, Estanislao Giavedoni, y la defensora oficial de Castro, Andrea Alberto, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal. En dicha audiencia el propio Castro le pidió al juez ser alojado en una comisaría u otra dependencia que no sea una cárcel. Mientras que los funcionarios judiciales acordaron el plazo de detención, ya que según indicó el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), se llevaría a cabo en los próximo meses un acuerdo abreviado y el imputado asumiría la responsabilidad de los hechos.
La llegada de Castro a tribunales sucedió tras ser arrestado, el pasado viernes, en un motel ubicado en el kilómetro 11 de la ruta provincial N° 2. Al mismo lo detuvieron agentes de la Policía de Investigaciones (PDI), que lo buscaban tras haber sido declarado en "rebeldía" por el juez penal Octavio Silva, el pasado 8 de abril.
Su captura fue requerida luego de que el 3 de abril del corriente año, agentes del área técnica del Ministerio de Seguridad vayan hasta el domicilio, en el barrio Sargento Cabral, el cual había fijado para lograr tener su prisión preventiva de manera domiciliaria, y Castro no se encontraba. Esa disposición fue establecida el 27 de febrero pasado y estuvo a cargo del juez Jorge Pegassano, cuando Castro fue detenido en el marco de una causa investigada por el fiscal Giavedoni y Lucila Nuzzo.
En esa causa los funcionarios del MPA le atribuyeron a Castro un total de cuatro hechos delictivos luego de ser detenido el 27 de noviembre del 2017, en una casa donde estaba viviendo, en Lavalle al 5000:
* Haber disparado y herido con un arma de fuego el 21 de octubre de 2017 en Lavalle y Padilla a un hombre que iba en moto.
* Dos días después amenazó con un arma de fuego a dos mujeres en la puerta de una casa de Padilla al 1300.
* Cuando las mujeres lo denunciaron en el Centro Territorial de Denuncias, Castro las volvió a amenazar en inmediaciones de Salvador del Carril y Sarmiento.
*Finalmente, el 25 de octubre de ese año llegó a una gomería de Aristóbulo del Valle y Ayacucho y amenazó a un menor de edad que está vinculado a la causa que tiene a su hermano en prisión por el asesinato de Adrián Martínez, ocurrido en 2016.
Por esos hechos, Castro quedó en prisión preventiva pero tras un hábeas corpus presentado el 31 de marzo de este año, por el abogado Gabriel Ganón, que lo representó en ese entonces, logró obtener el beneficio de la prisión domiciliaria en una vivienda de 1° de Mayo al 8100. Cuando los técnicos fueron a colocarle la tobillera electrónica, Castro no se encontraba. Tres días después volvieron al lugar los funcionarios técnicos pero el exconvicto nunca regresó.
Fuera de un penal provincial
Durante la audiencia, la defensa de Castro solicitó al juez Busaniche que disponga un lugar distinto para el alojamiento de su defendido, tras sostener que el mismo tiene varios problemas con agentes del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe.
A ese pedido se sumó el del propio imputado, quien tomó el micrófono de la sala y le suplicó al juez que por favor su lugar de encarcelamiento sea una comisaría y no un penal provincial.
En este sentido, el acusado recordó que cuando fue detenido en 2017 por agentes de la Policía de Investigaciones, fue trasladado y alojado en la cárcel de Coronda inmediatamente. "Fui detenido a las 10 de la mañana y a las tres de la tarde estaba alojado en un buzón de Coronda completamente desnudo, sin ningún tipo de mantas, todo encerrado, como una especie de tortura", explicó al magistrado.
"Afortunadamente, al otro día se comprobó que era totalmente irregular la situación -remarcó Castro. Por eso, le pido eso nomás, mientras se determina el tema de la prisión preventiva".
Condenado
Facundo Castro tiene 40 años y pasó la mitad de su vida en prisión. En 1999, cuando purgaba una pena por un homicidio, cuya condena era de 15 años y vencía en 2011, mató a un guardiacárcel que ingresó a su celda con el fin de inspeccionarla en el penal de Las Flores.
Por ese hecho, la Justicia provincial lo condenó nuevamente y unificó la pena en 25 años, la cual fue confirmada por un tribunal de la Sala Cuarta de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Santa Fe. Como aquella resolución nunca pudo ser apelada formalmente por Castro, a pesar de que cuando fue notificado el mismo escribió que apelaba la sentencia, un tribunal de la Cámara -conformado por Sebastián Creus, Martha Feijoó y Oscar Burtnik- dictó la prescripción de la causa, por lo que se dispuso su libertad en 2015.