"Las lesiones sufridas produjeron una enfermedad incurable, con pérdida de la salud mental y física, y una inutilidad para el trabajo permanente", indicó uno de los peritos del caso.
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Los estudios que complicaron la hospital
Al tratarse de un fallo de primera instancia la sentencia que se dictó está semana puede ser apelada.
Los informes periciales basados en la historia clínica de la niña indicaron que "dentro de las 24 horas posteriores al alumbramiento, la recién nacida presentó valores muy elevados de bilirrubina, motivo por el cual, además de aplicársele luminoterapia, se mandó a realizar el test de Coombs directo, que dio resultado positivo".
Y agrega "que ello, asociado a la succión débil de la bebé y a la dificultad para despertarla, indicaba que se considerara como diagnóstico clínico presuntivo una ictericia patológica -y no meramente fisiológica- por su inicio dentro de las 24 horas de vida, y dudar del dato aportado por la madre respecto de su grupo sanguíneo (A rh+), toda vez que el test de Coombs siembre es positivo en una incompatibilidad rh (la bebé es O+) y en todo caso sugiere reacción antígeno-anticuerpo, es decir, 'sensibilidad'".
Una vez corroborado el diagnóstico, y dado el factor de riesgo en el incremento la toxicidad de la bilirrubina por tratarse de una prematura, el tratamiento correcto consistía en una exanguinotransfusión, indicaron las pericias.
"No se obró de tal manera, sino que ante la mejoría que se siguiera a la luminoterapia ---tratamiento de la ictericia o hiperbilirrubinemia- (correcto, pero insuficiente) se dio el alta médica", sostuvieron.
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Reingresada la bebé al hospital, el 23 de abril presentaba regular estado general, ictericia generalizada, llanto vigoroso, apneas y convulsiones, y ante tal situación se decide su derivación al Hospital Humberto Notti, donde una vez ingresada fue correctamente diagnosticada y tratada.
No obstante, se informó que ya mostraba alteraciones en diversas esferas de origen neurológico, teniendo impacto en otros órganos que dependen de dicho origen y que fueron evolucionando con un impacto secuelar en la niña.
"Las características de esta patología (Kernicterus) -agrega uno de los peritos en su informe- lleva a la parálisis cerebral sobre todo extrapiramidal, hipertonía generalizada muy marcada sobre todo en esta niña, predominio de movimientos anormales y la postura lo que lleva alteraciones en miembros cuello tronco y miembros inferiores con hipoacusia sensorial. También trastornos de la mirada, alteraciones en el habla y de la deglución".