Valle de Uco

Inédito giro en un caso de abuso sexual a un menor: el agresor fue un perro, no una persona

La investigación se abrió hace un puñado de semanas y apuntó a un abuso sexual intrafamiliar contra el niño de 14 años, pero tuvo un giro inesperado

En Mendoza se investigan cientos de casos de abuso sexual todos los años. Suelen tener resultados disímiles: algunos derivan en duras condenas, otros en penas excarcelables, otros en sobreseimientos y en algunas causas ni siquiera se logra detener a los sospechosos. En ese último universo se encuentra un expediente que se ventiló en los últimos días en el Valle de Uco pero con una característica especial y sin precedentes: el autor del hecho fue un animal.

El caso se destapó hace aproximadamente 3 meses y todo parecía apuntar a una investigación por abuso sexual intrafamiliar clásica, de la que lamentablemente hay decenas todas las semanas. Sin embargo, el expediente tuvo un giro dramático que derivó en que las autoridades pidieran el archivo por una simple razón: no hay nadie a quién imputarle un delito.

Lo que comenzó como dolores que manifestó un adolescente de 14 años, que vive en Tunuyán -se reservan mayores datos para resguardar su identidad-, derivó en un expediente por abuso sexual que dejó a todos atónitos.

hospital scaravelli (1).jpg
El caso de abuso sexual se destapó en el Hospital Scaravelli.

El caso de abuso sexual se destapó en el Hospital Scaravelli.

El caso de abuso sexual que se archivará

Fuentes judiciales detallaron que la investigación nació cuando el adolescente de 14 años le manifestó a su progenitor que estaba sufriendo dolores en sus partes íntimas. El padre lo llevó a la guardia médica más importante del Valle de Uco, el Hospital Antonio Scaravelli. En ese nosocomio ubicado en Tunuyán examinaron al chico y detectaron que tenía lesiones anales compatibles con un abuso sexual.

Como indica el protocolo de rigor, los médicos notificaron a las autoridades policiales y judiciales. De esta forma se abrió una investigación en la Unidad Fiscal del Valle de Uco que, como primera hipótesis, apuntó a un caso de abuso sexual intrafamiliar.

Distintos miembros de la familia del adolescente se convirtieron rápidamente en sospechosos, aunque nunca se consiguieron pruebas certeras para imputarle el abuso sexual a algunos de ellos. Hasta que una evidencia clave le dio un tremendo giro a la pesquisa.

Inauguración Centro de Medicación cámara gesell.jpg
La cámara Gesell fue clave en la causa por abuso sexual.

La cámara Gesell fue clave en la causa por abuso sexual.

La confesión del adolescente

Como casi siempre ocurre en los casos de abuso sexual a menores de edad, la cámara Gesell se convierte en una instancia clave en la investigación. En este cuarto cerrado y vidriado, bajo la contención de especialistas, las víctimas suelen brindar detalles de los vejámenes a los cuales han sido sometidos.

Esta oportunidad no fue la excepción ya que en esta instancia es que el adolescente de 14 años se quebró y confesó que las lesiones las sufrió por un perro, parte de una jauría que vive en su domicilio de Tunuyán. Fuentes oficiales detallaron que el menor dijo que solía mirar a estas mascotas y se le ocurrió la idea cuando vio en las redes sociales un video de una mujer siendo accedida por un perro. Hasta el momento, no está claro si se trata de un reto viral de Internet.

El relato que brindó el adolescente coincide no sólo con las lesiones en sus partes íntimas sino porque también presentaba rasguños a la altura de las costillas, que sería coincidente con la postura que podría haber tomado el perro.

Ante este panorama, desde la Fiscalía del Valle de Uco brindaron la directa de que el expediente por abuso sexual sea archivado. Antes de eso, se deberá incorporar el informe psicológico llamado pericia post Gesell.

Temas relacionados: