El 21 de septiembre de ese año se decidió realizar un control más exhaustivo en uno de los camiones que ingresó a la provincia. Según la documentación que se presentó a las autoridades aduaneras, el vehículo traía 31 bultos de kits electrónicos valuados en 4 mil dólares. Sin embargo, traía mercadería de topo tipo con un aforo de 300 mil dólares, según determinó la investigación.
Dentro del cargamento de contrabando había productos electrónicos de alta gama como cámaras, filmadoras, notebooks, consolas de sonidos y teléfonos celulares. También se hallaron lentes de sol, juguetes y hasta palos de golf y prendas de ropa de piel de zorro.
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Condenado por contrabando
El hombre fue procesado y en un juicio que se realizó en los últimos días fue condenado a 4 años de prisión por contrabando y 5 años de inhabilitación para ejercer el comercio.
En tanto que la mercadería quedó en poder de la entonces AFIP (hoy ARCA). Si bien desde la empresa que enviaron el cargamento desde Miami solicitaron su restitución argumentando que se habían equivocado y en realidad el destino era el país de México, la Justicia le negó esta chance ya que dentro de los paquetes se encontraron notas internas donde individualizaban los destinatarios de los elementos en Mendoza.
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El expediente del contrabando
La causa en su momento tuvo otros cuatro imputados sospechados, entre ellos dos agentes aduaneros, sospechados de haber participado de ese hecho y otros 22 anteriores ocurridos en el lapso de un año, pero fueron declarados inocentes ya que las pruebas no fueron suficientes para condenarlos.