El otro beneficio para Altamirano fue el riesgo que corría de que cambie la calificación del hecho a una escala penal más grave, como un homicidio simple con dolo eventual -de 8 a 25 años de cárcel-, aunque desde la Fiscalía esa chance estuvo descartada casi desde un comienzo ya que reconstruyeron que también hubo responsabilidad del ciclista en el accidente en Lavalle.
Ebrio al volante
El 16 de agosto pasado, Pedro Altamirano manejaba en su camioneta Toyota Hilux, acompañado por una mujer, sobre ruta 143. El hombre tenía 1,60 gramos de alcohol en sangre -más del triple del máximo permitido por la Ley de Tránsito- y había consumido cocaína. Al llegar a la intersección con calle Tarres arrolló una bicicleta que circulaba a la vera del camino. Alejandro Coria murió en el acto.
Las pericias establecieron que no toda la culpa fue del conductor de la camioneta ya que la víctima fatal estaba circulando sobre la carpeta asfáltica y no sobre la banquina. Además la zona estaba oscura y esto dificultó que el conductor de la camioneta pudiera ver con claridad al rodado menor.