Quedó preso

Drogado y ebrio al volante atropelló, mató y en un mes lo condenaron

Pedro Altamirano (72) admitió haber causado el accidente en Lavalle que terminó con la vida de Alejandro Coria (51) tras conducir drogado y ebrio al volante

Pedro Altamirano Vilca no tenía mucha otra alternativa: ya se sabía que estaba drogado y ebrio al volante cuando causó la muerte de Alejandro Coria (51), hace un mes. Ahora se cerró la investigación por el accidente en Lavalle ya que admitió su culpabilidad y fue condenado a una pena de prisión en efectivo.

El viernes pasado, al un mes y un día del trágico hecho, se realizó un juicio abreviado donde Altamirano llegó a un pacto con el fiscal de Tránsito Fernando Giunta. El sospechoso admitió ser autor del delito de homicidio agravado por el consumo de estupefacientes y de alcohol, evitaron ir a un juicio convencional y la jueza Érica Sánchez lo condenó a 3 años de prisión en efectivo y 10 años de inhabilitación para conducir.

Pedro Altamirano continuará alojado en prisión domiciliaria, beneficio al que accedió días después de quedar detenido ya que tiene 72 años y padece algunos problemas de salud, según detallaron fuentes judiciales.

El otro beneficio para Altamirano fue el riesgo que corría de que cambie la calificación del hecho a una escala penal más grave, como un homicidio simple con dolo eventual -de 8 a 25 años de cárcel-, aunque desde la Fiscalía esa chance estuvo descartada casi desde un comienzo ya que reconstruyeron que también hubo responsabilidad del ciclista en el accidente en Lavalle.

Ebrio al volante

El 16 de agosto pasado, Pedro Altamirano manejaba en su camioneta Toyota Hilux, acompañado por una mujer, sobre ruta 143. El hombre tenía 1,60 gramos de alcohol en sangre -más del triple del máximo permitido por la Ley de Tránsito- y había consumido cocaína. Al llegar a la intersección con calle Tarres arrolló una bicicleta que circulaba a la vera del camino. Alejandro Coria murió en el acto.

Las pericias establecieron que no toda la culpa fue del conductor de la camioneta ya que la víctima fatal estaba circulando sobre la carpeta asfáltica y no sobre la banquina. Además la zona estaba oscura y esto dificultó que el conductor de la camioneta pudiera ver con claridad al rodado menor.