Fin del caso

Dos condenados a 23 años de prisión por el crimen de un jubilado que asfixiaron en un baño para robarle

Martín López (34) y Lucas Díaz (24) admitieron haber cometido el crimen del hombre al cual le alquilaban la casa en Godoy Cruz

Estaba todo listo para que en marzo de 2026 Martín Rolando López (34) y Lucas Leonel Díaz (24) enfrenten un juicio por jurado. Ambos iban a ser juzgados por el crimen de un hombre de 77 años que los había echado de una casa que alquilaban en Godoy Cruz. Sin embargo, este martes decidieron admitir el hecho de sangre y recibieron una dura condena.

Este martes se realizó un juicio abreviado donde los autores del crimen de Juan Agustín García (77) llegaron a un acuerdo con la Fiscalía de Homicidios para resolver el caso en un juicio abreviado y así evitar el desgaste de un proceso ante un jurado integrado por 12 ciudadanos.

De esta forma, Martín López y Lucas Díaz fueron condenados a 23 años y medio de prisión como coautores de homicidio en ocasión de robo. Los querellantes que representaron a la familia de la víctima fatal estuvieron de acuerdo con la resolución del caso.

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El crimen se resolvió en un juicio abreviado.

El crimen se resolvió en un juicio abreviado.

Las pruebas del crimen en Godoy Cruz

Luego de varios días sin contestar a nadie, el 18 de agosto de 2024 Juan Agustín García (77) fue encontrado sin vida. Estaba maniatado y amordazado en el baño de su casa ubicada en el barrio La Esperanza. Había muerto por asfixia. Se trató de un robo ya que en la casa faltaban varios elementos de valor: un televisor, un equipo de música y un teléfono celular.

Desde un primer momento, el propio hijo de la víctima fatal declaró que sospechaba de Martín López, un amigo suyo que desde hace algunos días vivía junto a su pareja como inquilinos en esa casa pero los habían echado ya que no les gustaba el estilo de vida que llevaban.

Las cámaras de seguridad que captaron a dos hombres saliendo de la casa ubicada en Godoy Cruz con un carrito de supermercado cargado con los elementos sutraídos.

La prueba clave fue un estudio que realizó el Laboratorio de Huellas Genéticas Forenses sobre distintos rastros de ADN que se encontraron en el lugar del crimen, particularmente en las sogas con las cuales maniataron a Juan Agustín García. El cotejo arrojó match con Lucas Díaz, cuyo perfil ya estaba cargado en la base de datos porque tiene antecedentes penales. Tras ser detenido, su propia pareja declaró en la causa y dijo que el sospechoso le confesó que "se había mandado una cagada" y que no sabía qué hacer, luego de ver la noticia en la televisión sobre el crimen del jubilado.

En tanto que se intervinieron los teléfonos de los sospechosos y sus entornos. En esas escuchas se detectó que Martín López hablaba sobre el crimen con su novia y su hermana, donde decía que su presunto cómplice había sido capturado por "bocón" y que probablemente lo iba a "botonear".

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