Está imputado por doble crimen agravado por alevosía, luego de atropellar y atacar a hachazos a su pareja amiga. Mientras esperan los informes del Cuerpo Médico Forense para determinar si en el momento del hecho comprendía o no la criminalidad de sus actos.
El tremendo hecho ocurrió el viernes 16 de abril, cuando una pareja fue encontrada al costado de la Ruta 7, a la altura del túnel 3, en Uspallata.
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Adela Rodríguez junto a Cristian Ivars
Adela Rodríguez, de 46 años, murió en el lugar, mientras que su pareja Cristian Ivars, de 45 años, estaba vivo, pero muy herido y parecía borracho. Fue él quien dio los primeros indicios de lo que había pasado, hasta que horas más tarde encontraron en Uspallata a Figueroa junto a su esposa, dentro de su Renault Scenic, el cual tenía el frente dañado y el parabrisas roto.
Cuando la mujer, de 40 años, vio a la Policía relató de manera espontánea lo que había pasado. Dijo que las dos parejas fueron a comer un asado a la alta montaña, donde habían bebido demasiado. Al regresar, Figueroa casi choca en dos oportunidades, lo que provocó que Ivars tuviera una pelea con él.
A la altura del túnel 3 de la Ruta 7 Figueroa detuvo la marcha, bajó a la pareja amiga y los abandonó. Siguió la marcha hasta que decidió regresar, su pareja creyó que regresaría a buscarlos, pero para su sorpresa los atropelló. Luego se bajó, tomó un hacha y los hirió a los dos. Cuando creyó que estaban muertos, se subió a su auto y siguió viaje como si nada hubiese pasado.
Su pareja contó que él padece brotes psicóticos, está medicado, pero jamás había tenido una reacción tan desmedida y peligrosa.
Cristian Ivars había quedado internado en el Hospital Central, donde murió en la noche del martes como consecuencia de los golpes y las heridas que había sufrido.