Indicó que tiene dolor de espalda y dolor de cabeza, además está con otro interno que tiene una grave afección pulmonar que también está con síntomas. Denunció que no le dejan tener alcohol para higienizarse ni lavandina para desinfectar la celda.
La mujer aseguró que mientras estuvo detenido en la Subcomisaría Ferreyra, de Los Campamentos, en Rivadavia, luego de entregarse a la Justicia el 9 de febrero, les indicaron que dos de los policías que lo custodiaban dieron positivos para Covid.
A pesar de haber advertido sobre esta situación, dijo que a su hijo solo lo llevaron a enfermería, donde le tomaron los datos, pero nada más.
Lo otro que denunció la mujer, es que teme por la vida de su hijo, ya que aseguró que recibe constantes amenazas ya que según ella la madre de la chica de 25 años que lo acusó de abusarla sexualmente trabaja en el servicio Penitenciario.
Señaló que la fiscalía está al tanto de todo esto, y sin embargo no resguarda la integridad física de Franco.
La causa
El 14 de noviembre de 2020 una joven de 25 años denunció que fue a una fiesta clandestina que se realizó en una casa conocida como La Madriguera, ubicada en Rivadavia, donde un grupo de jóvenes de alto poder adquisitivo organizaba este tipo de eventos en plena pandemia.
La chica denunció que en esa madrugada, cuando salió del baño fue atacada por un hombre que la tomó por la fuerza, la llevó a otro sector de la casa y abusó sexualmente de ella.
Luego fue escrachado por las redes sociales, se inició una investigación, hicieron allanamientos pero no lo encontraron. Intentó negociar por medio de su abogado para entregarse a cambio de que siguiera en libertad, pero el pedido fue negado, hasta que finalmente se entregó el 9 de febrero.
Luego, otra mujer denunció que a principios del 2020 también fue víctima de un ataque sexual por parte del acusado.
Durante más de un mes pidió la prisión domiciliaria, pero también se lo rechazaron debido a que considerban que había peligro de fuga y además, porque la familia de la presunta víctima denunció que fue amenazada por allegados de Franco González para que dejara de revolver lo que había pasado.