Desde el momento de su detención, la defensa de israelí ha insistido con que padece problemas psiquiátricos por lo que no puede enfrentar un juicio.
Pero pese a sus reiteradas internaciones en hospitales mentales y a que se le han detectado algunos padecimientos, desde estas instituciones siempre han considerado que no reúne los criterios de internación y que puede estar alojado en la cárcel, siempre bajo medicación.
El punto clave a resolver es si Gil Pereg entendía que, al momento de presuntamente matar a su madre y su tía, estaba cometiendo un delito que tiene consecuencias penales.
Si los jueces Eduardo Martearena, Luis Correa Llano y Rafael Escot -es la primera vez que interviene un tribunal colegiado en la causa- fallan en ese sentido, sólo restará poner fecha para el juicio contra el israelí. Como arriesga la pena de prisión perpetua por el doble crimen en Guaymallén, el debate será protagonizado por un jurado popular.
Caso contrario, Gil Pereg quedará eximido de cualquier consecuencia penal y quedará internado en una institución donde puedan tratar su salud mental.
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Doble crimen en Guaymallén
Saroussy y Pereg llegaron a Mendoza el 11 de enero de 2019 para visitar al hijo de Saroussy, Nicolás Gil Pereg -así se hacía llamar-, quien vive en la provincia desde hace diez años aproximadamente. Al día siguiente se reunieron con el hombre y los tres fueron juntos hasta el lugar donde vivía en condiciones de poca higiene: un predio ubicado en las inmediaciones del cementerio de Guaymallén. Desde ese momento, no fueron vistas nunca más.
Gil Pereg fue sospechoso por su extraño modo de vida -vivía como un marginal pero tenía 3 millones de pesos en su domicilio-, aunque nunca se pudo encontrar pruebas para vincularlo. La Justicia investigó el caso como una averiguación de paradero hasta el 25 de enero cuando un cotejo con una mancha hallada en su domicilio determinó que era sangre de las víctimas. Esa misma jornada fue detenido y al día siguiente se encontraron los cuerpos.
Lily Pereg, quien era docente de microbiología en Australia, fue ultimada de tres disparos. En tanto que la madre del acusado fue estrangulada. Ambas fueron empaladas con un hierro de construcción cuando ya estaban sin vida.