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Trabajo terminado. Pérez Santos exhibe las viñetas del desenlace del juicio por jurado popular.
¿Cuál es el objetivo de este nuevo mecanismo? Dejar un registro hasta entonces inédito en la historia de la Justicia de Mendoza, de lo que ocurre en los juicios utilizando la técnica denominada croquis de audiencias o court sketch tan utilizada en otros países y públicamente divulgada a través del cine y la televisión.
Mano a mano con el ilustrador
-¿Cómo se produjo este acercamiento a la Justicia?
- Desde el Poder Judicial apuntan a transparentar su trabajo diario y también quieren que el público vea cómo trabaja la Justicia puertas adentro, y como en este tipo de casos no se permite el ingreso de cámaras -para preservar la integridad del jurado popular- consideraron que mi trabajo podía ser un buen registro de lo ocurrido.
- ¿De qué se trata esta técnica?
- Ya se viene aplicando hace muchos años en los tribunales de muchos países. Se trata de representar lo que pasa en los juicios con una visión artística.
- Era su primera vez en el Poder Judicial y justo para retratar las derivaciones de un caso de homicidio. ¿Cómo vivió esa experiencia?
- Conocía el caso (el robo y asesinato del verdulero Miguel Nuñez) por las noticias de cuando sucedió (en 2019), pero le había perdido el rastro. Fue la primera vez que entraba a un juicio, a una sala de los tribunales. Fue como estar en otro planeta.
- ¿Cuál es el secreto de esa labor específica?
- Captar las emociones que se viven en la sala para volcarlas en las hojas. Se apunta a la sensibilidad de quien mira el trabajo final.
- Cuéntemos cómo hizo el trabajo...
- A diferencia de otros ilustradores que vuelcan su trabajo en una sola ilustración, yo lo hice en viñetas (recuadros individuales que componen el trabajo final) para mostrar al juez, al acusado, al fiscal, al jurado, a los abogados. A cada uno de ellos con sus tips para que el lector se acerque a las sensaciones que uno buscó transmitir.
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La obra de Pérez Santos. Arriba, el juez Alejandro Miguel y la mano inquieta y los ojos saltones del acusado; abajo: los fiscales Claudia Ríos y Fernando Guzzo y la defensora Gabriela Massad.
- ¿Y qué llamó más su atención?
- Me concentré en los movimientos del acusado, que movía mucho la mano derecha; traté de representar ese gesto y otros.
- ¿Cuál es su formación?
- Tengo formación de historietista con la escuela argentina. Utilicé el lenguaje de la narrativa gráfica, como sucede en Mafalda, Gaturro, El Eternauta, las obras de Alberto Breccia y otros.
- ¿Qué puede contarnos de lo que no se mostró de su trabajo en el juicio por jurado?
- Hice otros bocetos que muestran más acabadamente al jurado popular, cuyos integrantes estaban todos muy tranquilos. Fue como vivir dos realidades en la misma sala: los miembros del jurado, personas comunes, distendidas, atentas a lo que se decía y sin indicios de estar nerviosos, y el resto de los protagonistas, como el acusado, el juez, el fiscal y el defensor, interviniendo en cada momento.
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El condenado Salas Cracco y el fiscal jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, según el artista gráfico.
- ¿Qué le impresionó más?
- Fue muy impactante ver a una persona que está dando explicaciones y buscando salvarse de ser condenada, como pasó con el acusado, que finalmente fue declarado culpable. Me impresionó la velocidad a la que hablaba para contar su historia y su alegato final.
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Arriba, la simbólica imagen de la Justicia; abajo, la abogada defensora Gabriela Massad y el juez técnico Alejandro Miguel.
- ¿Quiénes son sus referentes en materia de ilustración?
- Juan Giménez, hace pocos meses fallecido por el COVID-19, fue un maestro. Fue el primer dibujante al que le acerqué mis trabajos para consultarle. Siempre fue una guía. A través de las lecturas aprendí de Enrique Breccia, Juan Zanotto, del estadounidense Wally Wood. No solo sigo a los contemporáneos sino a los ilustradores de otras épocas...
Lo que hizo Francisco Solano López con El Eternauta fue espectacular, igual que con otra de sus obras importantes Evaristo.
-¿Qué lo impulsó a ilustrar los croquis de audiencias o court sketch?
- Quizá que tengo tendencia a estar continuamente informado. Pero más allá de eso, cualquier historia, cualquier evento, pueden ser graficados y transformados en sensaciones y emociones. Es como pasa hoy con las biopics (películas biográficas).
- ¿Cómo ha sido su evolución profesional?
- Comencé siendo historietista clásico, después fue ilustrador, luego hice humor gráfico y ahora estoy en franco retorno hacia la narrativa gráfica.
-¿Se puede vivir del trabajo de ilustrador?
- Sí, se puede vivir de esto. Cuesta (enfatiza) porque Mendoza es un lugar muy cerrado pero aun así llevo catorce años trabajando para una empresa periodística. Y eso, en Mendoza, es todo un logro. Ahora, con las ilustraciones en los juicios, se abrió una nueva brecha.
-¿Esos trabajos serán incorporados a las causas?
- La idea es que sean un registro de lo que pasó en los juicios.
- En otros países la técnica de croquis de audiencias tiene variaciones, como la utilización del color y la tendencia a ser caricaturizados...
- Sí. En otros países este trabajo se hace en color porque la idea es que sean lo más expresivo posible. Cuando abordamos el tema con el fiscal Guzzo me pidió que mis trabajos sean en blanco y negro, en escala de grises y cercano a la carbonilla, que es la modalidad que apliqué en este primer juicio.