La visión fue compartida por Julio Ilardo, dueño del restó y boliche Cibao, quien consideró que, si bien quitar el horario de apertura y cierre de los boliches podría ser útil en algún punto, hay que tener en cuenta otros aspectos si lo que se quiere es cuidar a las personas que salen a divertirse en la noche.
Un clásico. Los restoranes de la calle Arístides Villanueva están al tope en la lista de lugares elegidos por los mendocinos para comer.
La ley 8296 buscaba terminar con el problema de las previas, ya que los jóvenes tomaban desde temprano y llegaban a los boliches alcoholizados. Pero según los empresarios, este objetivo no se logró
En qué consiste el cambio de la Ley de Diversión Nocturna
Consultado por Radio Nihuil, el diputado Perret manifestó que él se ha dedicado a estudiar particularmente el tema y que llegó a la conclusión de que tanto el tope horario de ingreso las 2:30 y el de cierre a las 5:30, son contraproducentes para cuidar a las personas que concurren a locales de diversión nocturna.
Como principales motivos mencionó a que los chicos se apuran por ingresar antes de las 2:30, pero ya vienen de las previas habiendo tomado alcohol y al forzar un horario límite para el cierre, lo que se provoca es una "salida masiva" de clientes. En estos momentos pueden ocurrir accidentes.
En cambio, dijo que sí es razonable el cierre de la barra a las 4:30.
"Si los chicos quieren seguir divirtiéndose afuera, se van a otro lado. En cambio en los boliches están cuidados porque estos locales tienen que cumplir requisitos que es factible controlar", recalcó.
También sostuvo que después de Cromagnon se incrementaron las medidas de seguridad y por esto, la permanencia de los clientes dentro de estos locales es mucho más seguro que cerrarles las puerta a las 5.30.
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Para los empresarios de boliches, la desregulación "queda en una zona gris"
Tanto Nicoletti como Ilardo coincidieron en que las personas que van a un local de estas características son mayores de edad, y por lo tanto, no corresponde que los empresarios se conviertan en "maestras jardineras" de los clientes.
Por esto, sostuvieron que la barra debería estar abierta sin restricción horaria y que quienes van a bailar, se encarguen de autocontrolarse y de no tomar alcohol cuando manejan.
Ilardo señaló, además, que el cambio propuesto está bien, pero queda en una zona gris. En su lugar, propuso cargar las tintas en otras soluciones, como garantizar una mayor disponibilidad de taxis, remises y otros autos de alquiler en la zona de los boliches en el horario en el que la gente sale de bailar, como una solución para evitar accidentes.
Acerca de este último punto, Ilardo destacó que muchos de sus clientes dejaron de ir en autos de las aplicaciones Uber o Cabify porque no los conseguían a la hora de regresar a sus casas.
En tanto, Nicoletti sostuvo que los empresarios no pueden hacerse cargo de todas las situaciones que son de libre albedrío de personas adultas y de hecho es lo que ocurre, porque son los dueños los que reciben las multas por las transgresiones a la Ley 8.296.