Donald Trump hizo de la inmigración y la frontera el tema central de su campaña. Te contamos qué propone en esta materia para las próximas elecciones
La inmigración y la frontera es el tema central de la campaña de Donald Trump. Crédito: EFE.
Donald Trump hizo de la inmigración y la frontera el tema central de su campaña, presionando con éxito a los republicanos a principios de este año para que rechacen un importante acuerdo fronterizo bipartidista.
El republicano prometió: Usaré “la Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar de Estados Unidos a los miembros de pandillas, traficantes de drogas o miembros de cárteles conocidos o sospechosos”. “Transferiremos porciones masivas de la aplicación de la ley federal a la aplicación de la ley de inmigración, incluidas partes de la DEA, ATF, FBI y DHS”, escribió.
Sus planes de deportación masiva apuntarían a entre 15 millones y 20 millones de personas que, según él, permanecen como indocumentadas en EE.UU. Sin embargo, El Pew Research Center estimó que la población inmigrante ilegal en Estados Unidos alcanzó los 11 millones en 2022, según datos extraídos de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense de 2022.
Donald Trump también dijo que para ejecutar esa deportación masiva incluiría a la Guardia Nacional, aunque aclaró que no tendría problemas en “usar al ejército” si hacía falta. Es claro que se trata de una de las prioridades del republicano y de sus principales asesores.
Los expertos dicen que cualquier camino que elija sería complicado y costoso, tanto por los miles de millones de dólares necesarios para financiar la deportación masiva, como por los significativos efectos colaterales que impactarían en la economía.
Pese a la retórica contra los inmigrantes, Donald Trump propuso conceder “automáticamente” la tarjeta de residencia a los extranjeros que se gradúen en una universidad estadounidense.
Su propuesta rompió con sus esfuerzos por frenar la inmigración tanto legal como ilegal durante su mandato y contrastó fuertemente con su discurso anti inmigración durante toda la campaña electoral.
Con la guerra entre Israel y Hamas en curso, Donald Trump dijo que, si es nuevamente elegido como presidente, restablecerá y ampliará la prohibición de viajes a personas de países predominantemente musulmanes. También suspenderá los reasentamientos de refugiados y deportará a quienes tengan “simpatías yihadistas”.
Donald Trump también dijo que implementaría un “fuerte control ideológico de todos los inmigrantes a Estados Unidos” y dijo que el país bloquearía a “peligrosos lunáticos, enemigos, fanáticos y maníacos para obtener la residencia en nuestro país”.
Informó que prohibiría los viajes desde Gaza, Siria, Somalia, Yemen, Libia “o cualquier otro lugar que amenace nuestra seguridad”.
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El tema de la inmigración sirvió a Donald Trump para atacar a su rival demócrata, Kamala Harris. Afirmó en repetidas ocasiones que el presidente Joe Biden la nombró “zar de la frontera” y que “ella estaba a cargo de la frontera”. Ambas cosas han sido desmentidas por la Casa Blanca.
Donald Trump también difundió estadísticas sobre los inmigrantes en Estados Unidos con condenas por homicidio, afirmando que las cifras son sobre personas que ingresaron al país durante la administración Biden-Harris: “Se supo que 13.099 fueron admitidos durante su administración”.
Pero el Departamento de Seguridad Nacional y expertos señalaron que estas cifras son sobre personas que ingresaron al país durante décadas, incluso durante la propia administración de Donald Trump, no solo bajo el mandato Biden-Harris.