Estos vuelos se suman a los vuelos regulares de deportación realizados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Los vuelos, que despegaron desde la base aérea de Biggs en El Paso, Texas, trasladan alrededor de 80 personas cada uno.
Leavitt destacó en su publicación que estos vuelos de deportación envían un mensaje claro: "Si entras ilegalmente a Estados Unidos, enfrentarás graves consecuencias", dijo, subrayando la postura del presidente Donald Trump sobre la inmigración ilegal. Aunque Estados Unidos ya realiza cientos de vuelos de deportación anuales, esta es la primera vez que se utilizan aviones militares para estos fines.
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Estados Unidos quiere deportar a 11 millones de migrantes
La medida generó críticas, especialmente de defensores de los derechos de los migrantes. Thomas Cartwright, defensor de los refugiados, señaló que los vuelos de aviones militares de Estados Unidos transportan menos personas que los vuelos chárter habituales del DHS, y cuestionó así la eficacia de esta nueva estrategia.
Las deportaciones son parte de una operación más amplia para detener a migrantes en todo el país. En Nueva Jersey, el alcalde de Newark y una congresista demócrata denunciaron allanamientos sin orden judicial para detener a indocumentados.
Donald Trump reafirmó su compromiso de deportar a los aproximadamente 11 millones de migrantes indocumentados en Estados Unidos, incluyendo el despliegue de tropas militares para bloquear el cruce ilegal en la frontera sur. El Departamento de Defensa planeó utilizar aviones militares para deportar a unos 5.000 migrantes detenidos en El Paso y San Diego.