La serie "13 reasons why" (por 13 razones) arrancó con todo en Netflix y fue, en su momento, alabada por su cruda realidad, que reflejaba lo que vivían muchos adolescentes en Estados Unidos. En su primera temporada trataba temas que ninguna serie se había animado a tratar seriamente.
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El bullying en las escuelas secundarias de Estados Unidos, la desidia de los padres, padres ausentes por adictos (a las drogas o al trabajo), el suicidio y el intento de suicidio, y las violaciones que ocurren dentro de ese ámbito que debería ser más sano y alegre y sin embargo se torna oscuro y tormentoso, fueron los ejes principales de la primera temporada.
Una ALERTA SPOILER es necesaria a esta altura.
La primera temporada se centra en una serie de cassettes que dejó Hannah Baker a sus "amigos", después de quitarse la vida. Capítulo a capítulo vamos viendo cuánto bullying sufrió, qué pasó también con el resto, cómo algunas de las acciones irresponsables de los adolescentes derivan en otra muerte de un amigo del protagonista, Clay Jensen, cómo Baker fue violada, humillada, ignorada, cómo le dieron la espalda sus "amigos" y cómo no fue escuchada ni por el consejero escolar, hasta derivar en el trágico final, mientras van presentando a los personajes y mostrando quiénes, con pequeños actos (más que nada mentiras y bullying), también terminaron lastimando a Hannah.
En la segunda temporada (quizás no prevista si la primera no tenía éxito), la serie se centró en el juicio al violador de Hannah, Bryce Walker, y también descubrimos que era un predador sexual serial, que había hecho lo mismo con Jessica Davis, novia de uno de sus grandes amigos, Justin Foley. Sin embargo, apenas lo condenan a libertad condicional, con todas las pruebas que había en su contra.
Hasta llegar a la tercera temporada estrenada este año en la que "por 13 razones" se convirtió en una novela digna del Canal 9 de Buenos Aires y podríamos decirle "13 pésimos ejemplos que deja 13 razones". No sólo eso, sino que una serie que te enganchaba con el "cliff hanger" para el próximo capítulo se volvió tediosa al punto tal que parece que en la última temporada hubo, al menos, 9 capítulos de relleno innecesarios y de mentiras sacadas de una telenovela mexicana o brasileña religiosa, y no de esas series que te atrapan hasta el final. Es más, buscó centrarse en un argumento recurrente que suele verse en las grandes sagas exitosas de los últimos tiempos o en cuanta película "yankee" te atropelles: familia y amistad primero que todo, algo que, en Estados Unidos, se ha perdido con el correr de los años.
La serie, inicialmente, estaba basada en la novela de 2007 "Por trece razones" de Jay Asher y adaptada por Brian Yorkey para Netflix pero es evidente que, debido al éxito y a apuntarle a un público adolescente como reconocieron sus productores y no a jóvenes adultos, se les fue de las manos.
Si bien tanto en la segunda temporada como en la tercera, lo valioso es "buscá ayuda si vivís alguna de estas situaciones" y hasta hay un sitio para ello, mientras que los actores se han prestado para conversaciones, la serie deja muchos planteos y mensajes erróneos, y todo abierto para una cuarta temporada que promete ser aún más vueltera que la tercera, que se centró finalmente en el asesinato del violador, Bryce Walker.
Veamos algunos de los pésimos ejemplos que deja. Y, más allá de que sea una ficción, hay que recordar al público que le apuntó ahora y por qué la serie fue valiosa en su momento.
Pésimos "ejemplos"
1-No importa si vas con armas para matar al colegio. En el final de la segunda temporada muestran como Monty de la Cruz abusa sexualmente de Tyler Down con un palo de escoba; esto provoca que Tyler se arme hasta los dientes y vaya a un baile del colegio con la intención de matar a todos los que le hicieron daño. Sin embargo, esto es impedido por Clay Jensen. En el inicio de la tercera temporada vemos como el grupete de amigos trata de encubrir esto sin buscar ayuda de adultos. El único mensaje claro es: los adultos fueron inútiles en la primera temporada, también en el juicio a Walker y también lo serán con esto. Palo para los adultos pero... ¿realmente pueden y están preparados unos adolescentes para ayudar psicológicamente a otro que fue violado y que quería matar y matarse? La respuesta la podrá dar el lector y se cae de madura.
2-El estereotipo latino gay. Ya había un estereotipo latino gay, Tony Padilla que, encima, es mecánico y andaba en su Mustang rojo de colección. Y nos enteramos que hay otro latino, también gay, sólo que como los padres de Tony eran abiertos había que poner al latino bruto, hijo de latino bruto. Es Monty de la Cruz. Por cierto, si sos latino seguramente sos indocumentado en USA, por eso a la familia Padilla la deportan después de... ¿17 años? Se sabe del endurecimiento y la mano dura de la "migra" pero fue demasiado fantasioso, rápido y estereotipado.
3-La lucha feminista no sirve y es fundamentalista. Durante varios capítulos sólo se ve eso, fundamentalismo feminista extremo. Un "club", como le llaman en la secundaria a los grupos, de chicas (algunas abusadas como Jessica Davis que lo preside) organiza una protesta para el funeral de Walker. Davis se niega pero el resto se pone en modo fan y lo hacen. Previamente habían irrumpido en el entretiempo de un partido de "fútbol americano", partido que había derivado en una "piñadera" y la posterior muerte de Walker.
4-"El pobre violador". Durante toda la tercera temporada vemos cómo sufre el "pobre violador". Si bien es entendible que se busque reformar a un adolescente (los protagonistas ya están quedando bastante grandes, por cierto) que cometió semejante aberración, toda la temporada lo muestran a Walker, otrora insensible y como que no le importaba lo que había hecho, como arrepentido. De hecho termina admitiendo que violó a "7 u 8 chicas" también en un cassette que le entrega a Jessica antes de morir; los depredadores sexuales suelen no tener ninguna clase de remordimiento, según se puede reconocer haciendo un repaso por la historia criminal en Estados Unidos. Pero no nos vayamos tan lejos, pasa acá a la vuelta de la esquina también: cuando una chica acusa una violación termina ella siendo la acusada y los violadores negando todo. Es sistemático el "qué se puso, donde estaba, por qué estaba allí" en lugar de "¿por qué la violó?" o "¿qué estaba pensando ese muchacho?". Si bien lo muestran a Walker intentando realizar buenas acciones para sus excompañeros (ya no estaba en "Liberty"), se pierde el foco de que violó a Baker y Davis.
5-Si sos estrella del deporte, no importa lo que hagas. Ya había varios ejemplos de estrellas de fútbol americano haciendo desastre, como violar chicas (Bryce Walker) o abusar de hombres en el baño (Monty de la Cruz), tocarle los senos a una chica en público (durante el partido que terminó en "tole tole") hasta llegar al caso de Zach Dempsey. A Zach, durante la pelea tras el partido que denominan "homecoming", le rompieron la rodilla y fue Bryce Walker. No explican cómo o por qué terminan frente a frente en el muelle tras el partido (la famosa "elipsis"). Zach lo confronta, se pegan hasta que Zack le quiebra un brazo y una pierna a Walker, lo golpea repetidamente en la cara y le da su cabeza contra el piso; no es el asesino pero cometió un asalto grave con abandono de persona. Va a confesar esto a la policía y lo dejan ir, tranquilo, confiando en su palabra... tranca nomás, siga siga que no pasó nada. Igual la serie perdió todo contacto con la realidad hacía rato: si todos los adolescentes de las escuelas secundarias de Estados Unidos están tan rotos como estos 10 o 12 chicos que salen todo el tiempo, la cantidad de asesinos seriales en potencia en el país del Norte es increíblemente alta. Si bien tienen un historial al respecto, tampoco es tanto. Y si bien entendemos que esto es una ficción, se lo alabó en una primera instancia porque se asemejaba mucho a la realidad tratando temas sensibles que nadie se había animado a tratar. Con esta temporada que pasó se alejó definitivamente de la realidad.
6-Mentirle a la policía está bien. Ani Achola se suma en la tercera temporada y es la encargada de mentir tantas veces que llega a ser exasperante: le miente a Clay, a su madre y a la policía. Por supuesto, no es estadounidense, sino africana. Miente tanto que da calambre. Y miente declarando ante la policía acusando del asesinato a alguien que no es. Por cierto, es común ver cómo en los 90 hay declaraciones de asesinos filmadas por cámaras de seguridad... en esta declaración sólo hay una "grabación" que es interrumpida.
El colmo: Grace Saif debió cerrar sus redes sociales debido al bullying constante que sufría.
7-Si es violador, está bien que muera. La temporada 3 cierra la no tan increíble revelación de que uno de los chicos había terminado de darle el golpe de gracia a Walker. Y revelan que es Alex Standall, el chico que se había intentado suicidar en la primera temporada. En complicidad con Jessica Davis, que había sido violada por Walker. En primera instancia intenta ayudarlo pero ante la desesperación y dolor del violador (que estaba con un brazo y una pierna quebradas) y sus gritos reiterados de "voy a matar a Zack", Alex, que cojea, lo arroja al agua… y Jessica no intenta salvarlo, mientras miran como se hunde porque no puede nadar.
8-Esto nos lleva a otro mal ejemplo: existe el "te voy a matar" y el "te voy a matar", como en Los Simpsons. Si sos el chico bueno (Clay), está bien que te saques y amenaces a otro con matarlo. Si sos el violador, no.
9-Si no se sabe qué pasó, vos podés hacer mejor trabajo que la policía. Durante varios capítulos Clay Jensen y Ani Achola se la pasan investigando de aquí para allá. Para ello, roban lo que podría ser evidencia, dejan sus huellas, irrumpen en propiedad privada y hasta confrontan a un narcotraficante que tenía un arma. Total la policía está pintada.
10-Si sos policía y tu hijo hizo algo malo, pero ante un violador, está todo bien. El Sheriff Standall entrevistaba a Ani cuando le terminó de cerrar su teoría de que había sido su hijo el que terminó de ultimar a Walker. Hay un sinfín de casos de policías arreglando las historias a conveniencia como ya hemos repasado por lo que verlo en una serie (sea de ficción o no) y tan descaradamente es chocante. Y como no estaba solo y era su hijo, estaba bien inculpar a otro, que ya no podía defenderse de tal cosa porque ya había muerto lo cual nos lleva al siguiente punto. Estaba bien quemar evidencia como lo hizo. Y no, ¿saben algo? No está bien.
Incluso esto resulta chocante porque justamente Netflix estrenó hace poco "Así nos ven", un documental sobre los chicos de Central Park que fueron falsamente acusados de violación e intento de asesinato, en un caso armado enteramente por policías corruptos y fiscales corruptos.
11-Si sos abusador sexual, si te tiran un cargo de asesinato no pasa nada, es una mancha más al tigre. Justamente terminan acusando a Monty de la Cruz, que ya había sido denunciado por abuso por Tyler y estaba encarcelado, del asesinato que no cometió, el de Bryce Walker. Sin embargo en su primera noche en la cárcel lo asesinan. Todos contentos y a otra cosa.
12-Nunca llamar a las autoridades. Cuando piensan que un narcotraficante podía ser el asesino, van a su guarida y allanan la propiedad Justin, Ani y Clay. Nada de llamar a la policía, no, no, eso no es real. Tampoco cuando Alex y Jessica encuentran a Bryce en el muelle malherido, con severas fracturas y sangrando. Más allá de que era un violador, ¿no se les cruzó por la mente el 911? Parece que no, al menos en esta serie está prohibido para algunas cosas porque hay ineptitud policíaca todo el tiempo y arma casos de la nada (como lo hicieron con Clay durante gran parte de la última temporada, cuando sólo tenían evidencia circustancial que no era vinculante y no lo podían meter sí o sí en la escena del crimen pero lo detienen y lo tienen en la mira por sus amenazas).
13-Droga de la buena. Otro caso insólito es cuando se habla de droga buena, que es vendida por Walker. Incluso la policía interroga a un narco (obviamente latino) y le consulta si él vendía la droga que habían encontrado en los casilleros del equipo de fútbol americano. Y dice que no, que él no podría ni soñar con vender esa "buena mercancía". Después lo dejan ir cuando abiertamente confesó que vendía droga. ¿En serio? Por si fuera poco en una conversación de Walker se habla de "droga de la buena, la otra te puede matar". ¿Apología?
Una vez que se eliminaron los cargos contra Clay y que la policía reveló con Monty de la Cruz, ya fallecido, había asesinado a Walker, todos felices y como si nada… cero remordimiento.
Como si nada no tanto porque todo queda servido para la cuarta temporada dado que Monty estaba con su "amante" la noche que mataron a Walker. Y éste seguramente tomará protagonismo en la cuarta temporada tratando de limpiar su nombre, por lo que volverán las mentiras y demás y veremos en qué terminará todo esta maraña de mentiras.
Abuso del recuerdo
En temporadas anteriores, Por 13 razones había hecho buen uso del "recuerdo". Pero en la tercera temporada se abusó de este recurso generando el recuerdo del recuerdo del recuerdo del recuerdo.
Y todos recordaban algo. A más de uno nos hizo acordar a un capítulo de Los Simpsons en el que hasta una cabra recordaba.
Un buen mensaje sí hubo
No todos los mensajes que deja "Por 13 razones" son tan malos. Hay uno, quizás el más rescatable: que se animen a denunciar los casos de abusos y violación. Incluso un integrante del equipo de fútbol americano es el personaje clave para que Tyler denuncie Monty. Es justamente el actor que encarna a Tyler el protagonista de la escena mejor actuada y más impactante de toda la temporada.
Esta tercera temporada no sólo se alejó de la realidad, sino que también alejó de la pantalla a mucha gente que la venía viendo. Habrá que ver si levanta la cuarta o si definitivamente es lo último que se verá de Por 13 razones.