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Laura tiene un vivero sostenible, no produce residuos, todo se se reutiliza o se composta.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
El comienzo de El Tomillo, espacio agrourbano
Laura es técnica en Gestión de Empresas, se fue a vivir dos meses a Italia en 2006 y como estaba en pareja decidió volver. "No me gustaban las plantas, no tenía una conexión y llegó por una cuestión dolorosa en mi vida. Me quedé embarazada, perdí el primer embarazo, en el segundo embarazo, mi hijo nació pero lo perdí el mismo día. Esa situación me llevó a conectarme con este mundo natural y fue una salvación para mí", añadió.
Comenzó haciendo un jardín, decidió formarse en el tema y luego de su separación, estudió agricultura urbana, agroecología, construcción de viveros y jardines, hizo una diplomatura en arquitectura del paisaje y se fue perfeccionando hasta llegar a crear en diciembre de 2019 El Tomillo, espacio agrourbano. El año pasado terminó una diplomatura en gestión contra el cambio climático.
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"Mi sueño es que cada vez haya en las casas más jardines comestibles y que la naturaleza sea para reconectar", dijo Laura.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
El Tomillo, un vivero con compromiso ambiental y social
En el vivero se guía por algunos objetivos de desarrollo sostenible, el número cinco es la equidad de género y el doce que es la producción y consumo responsable. En la vereda de El Tomillo tiene huertas educativas y su propósito es invitar a la comunidad de Dorrego a que vayan un día a la semana a aprender gratuitamente cómo tener una en su casa.
Tiene un corredor biológico que es un pequeño espacio diseñado para que las plantas crezcan, den flores, semillas y auto-abastezcan al vivero. Además, hay una zona de compostaje donde hace su propio humus y compost, que sale de los residuos orgánicos de todo el espacio y que luego vende en el vivero.
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Tiene un corredor biológico que es un pequeño espacio diseñado para que las plantas crezcan, den flores, semillas y auto-abastezcan al vivero.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
El Tomillo es un espacio que busca que las personas tengan conexión con la naturaleza, aun en la vida de la ciudad. Laura se especializa en pequeños espacios y en jardines residenciales. El público al que apunta no es el que tiene un terreno de 2000 metros, sino que el vive en la ciudad y se quiere rodear de verde, de naturaleza y quiere tener esa conexión a través de la agricultura urbana y del paisajismo.
El objetivo de Laura es promover el desarrollo económico y habilidades sobre todo de la mujer. Les brinda la posibilidad que pasen por el vivero y sean socias en proyectos y negocios. La persona que es emprendedora, vende sus productos en ese espacio y permite que puedan dar talleres y capacitaciones.
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En la vereda de El Tomillo tiene huertas educativas y su propósito es invitar a la comunidad de Dorrego a que vayan a aprender.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
Qué brinda El Tomillo, espacio agrourbano
Es un vivero artesanal porque hay productos hechos a partir de la misma circularidad de la naturaleza, como ramos secos armados con las mismas plantas que poda y otros que parten del reciclado de las macetas de barro, macetas viejas y reutilización de madera. Además, todo es producción orgánica porque no maneja químicos, trabaja con alimentación, promueve la agricultura urbana en la ciudad de una manera orgánica.
Laura tiene una prensa de flores, que es de diseño propio con madera reciclada y vende un kit de sahumo, que es 100% cero residuos. Son sahumerios naturales, un conjunto de hierbas que dan un olor, se utilizan en cuestiones ancestrales, para limpiezas energéticas. Una vez que se sahuma el ramo, queda el resto para que la plante en una maceta plantable y el packaging es de cartón y se puede compostar.
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Todo es producción orgánica porque no maneja químicos.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
Laura dijo que la evolución de lo sustentable y orgánico la ve positiva en un 100%. "Creo que las personas vamos camino a eso. Para mí todo tiene una cuota de conciencia y me parece que estamos en una era de despertar, de saber que lo que nosotros hacemos no es para nosotros, sino que le impacta absolutamente a todo el mundo. Estamos en una era que todo tiene que ir en base a pensar que hay un otro", añadió.
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Laura dijo que la evolución de lo sustentable y orgánico la ve positiva en un 100%.
Foto: Axel Lloret / Diario UNO
Su trabajo en la municipalidad de Godoy Cruz
Laura está a cargo de la División Huertas Urbanas de Godoy Cruz y se dedica a gestionar proyectos de agricultura urbana, facilitar la reconexión de la naturaleza con las personas y tener en cuenta el cambio climático y los alimentos.
"Mi norte es llegar a diseñar jardines que sean un gran porcentaje comestibles. Estoy investigando porque no veo un espacio verde estático, sino que lo veo como un espacio de una manera más holística, he interpretado y me ha pasado que la naturaleza es sanadora", dijo la emprendedora.
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Uno de los objetivos de Laura es facilitar la reconexión de la naturaleza con las personas.
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