Mendocinos destacados

Enzo Vendemmia, el empresario soñador que une pasiones y artes y que es parte de la Vendimia

El emprendedor joyero es un creador nato que ha generado espacios creativos y tecnológicos siguiendo sus sueños de niño. Es, además, el diseñador de los atributos de la Reina Nacional de la Vendimia

Cuando se habla de emprendedores y mendocinos destacados, es insoslayable la presencia del nombre de Enzo Vendemmia. Lo mismo que cuando se habla de la Fiesta de La Vendimia. Heredero de un prestigioso comercio local, Enzo no se quedó en la inercia de cosechar frutos ajenos. Muy por el contrario, dueño de una mente inquieta salió a la vida a plasmar sus muchos sueños acunados de niño, y unió el arte con la ciencia ficción, poniendo al alcance de nuestro jóvenes el espacio y las tecnologías de cine más avanzadas.

Este personaje destacado, de 57 años, une arte con gestión, sueños con imágenes, y como si fuera poco, en sus ratos libres suele treparse a la cumbre de algún cerro de nuestra cordillera andina. En el negocio que heredó de su padre, la Joyería Vendemmia, y el apellido, además de ser parónimo de nuestra fiesta máxima, en ese negocio familiar se crearon -lo diseñó Enzo- y se guardan los atributos de la Reina Nacional de la Vendimia, la corona y el bastón de mando. Además, este año le han regalado un anillo a cada una de las soberanas representantes de cada departamento.

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Enzo Vendemmia posa en la sucursal que la joyería familiar tiene en Palmares.

Enzo Vendemmia posa en la sucursal que la joyería familiar tiene en Palmares.

Enzo Vendemmia, empresario joyero y amante de la montaña, arrancó a crear oportunidades a creativos por su amor al dibujo desde la realización de su Fundación Mendoza Crear, como director de la Escuela de Animación y Artes Digitales, la que ha permitido a muchos mendocinos llegar a trabajar en los estudios Disney. Luego comenzó a gestionar con las autoridades provinciales por temas del hackathon local de la NASA, y de allí surgió la creación del Clúster Audiovisual Film Andes.

Corona y basto de la Reina de la Vendimia. Fueron donados por la joyería Vendemmia y cuestan alrededor de u$s 35.000
La corona y el bastón de mando que ostenta la Reina Nacional de la Vendimia, y que fueron creados y donados por la Joyería Vendemmia.

La corona y el bastón de mando que ostenta la Reina Nacional de la Vendimia, y que fueron creados y donados por la Joyería Vendemmia.

Su habilidad como organizador y poder de gestión se sumó a su otra pasión, nacida en las películas de ciencia ficción y de la realidad del boom que vivió su generación: la carrera espacial y la llegada del hombre a la Luna, lo puso como figura ineludible en otra impronta que surgió en la provincia: la creación del Clúster Aeroespacial.

Ahí se unen universidades con empresas de servicios aeronáuticas o espaciales para trabajar en forma mancomunada y en contacto con otros grupos similares del mundo, para exportar manufactura de alto valor agregado, lo que diversifica la economía mendocina.

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Realidad y ficción sobre el espacio

Respecto a su ingreso al mundo aeroespacial, el empresario contó: "Mi contacto con lo aeroespacial fue desde lo educativo, ya que tengo una fundación educativa –Fundación Mendoza Crear- que desde hace años tiene un convenio con una hackathon (encuentro de programadores de software) llamado Space App Challenge, que son unos concursos internacionales que los organiza la NASA y necesita socios en diferentes partes del mundo. Nosotros somos sus partner (asociados) en Argentina. Juntos organizamos estos concursos de innovaciones tecnológicas que tengan relación con la información que brindan los satélites".

Los sueños de uno siempre se acunan desde la infancia, y quién no, como en mi caso, cuando tenía cinco años el hombre estaba llegando a la Luna, y son cosas que a uno lo marcan. ¿Quién no quiso ser astronauta cuando era chico? Los sueños de uno siempre se acunan desde la infancia, y quién no, como en mi caso, cuando tenía cinco años el hombre estaba llegando a la Luna, y son cosas que a uno lo marcan. ¿Quién no quiso ser astronauta cuando era chico?

Luego el joven emprendedor y papá de una hija de 15 años -María del Mar- agregó: "Cuando conocí a los chicos de la Mars Society, y los vi tan entusiastas, me sumé con ellos y armamos toda una infraestructura educativa para trabajar en esto del espacio", dijo Enzo, que agregó: "Por este trabajo armamos un congreso latinoamericano de tecnología espacial en 2021, y en mayo del 2023 lo vamos a volver a hacer en Mendoza, con participación de países de la región y Estados Unidos".

Clúster aeroespacial

Su cercanía con los temas aeroespaciales, y su capacidad organizativa lo llevaron a entrar en contacto con autoridades gubernamentales. "De esta forma tomamos contacto con la gente de Gobierno, para solicitar apoyo, logístico o de difusión –no dinero-, y les encantó la idea, y nos dijeron'¿Por qué no hacen un clúster aeroespacial?'", recordó Vendemmia.

"Yo ya había participado en la creación de otro clúster, el de Film Andes, allá en 2014, y la verdad que fue exitoso. Propuse que me dejaran contactar gente, como Gustavo Marón, que está dentro del grupo de colaboradores de la Fundación (Mendoza Crear) y así invitar a las empresas, que se sumaron, junto a la Universidad Mendoza, y ahora tenemos en el clúster aeroespacial ocho miembros", explicó con cierto orgullo Enzo.

La unión de empresarios en una sinergia positiva, crece día a día, y así lo señaló el joyero. “Yo creo que, con los contactos establecidos, y si lo sabemos manejar, creo que van a salir cosas muy importantes para la provincia, aunque nació de una quijoteada, un impulso más utópico que otra cosa. Lo principal que yo señalé es que había que convocar a un coordinador, para trabajar ordenadamente, y se eligió a Facundo Moretti, y así se fue armando. Ahora ya tiene vida propia".

Dibujar y dibujar. Enzo Vendemmia desarrolló su talento artístico y le sumó la faceta de empresario joyero para iniciar una industria mendocina de la animación.

Escuela de arte digital

El artista que lleva dentro Enzo Vendemmia no conoce encasillamientos, y su primer impulso creativo fue la creación de la Escuela de Arte Digital, que está en el Espacio Cultural Julio Le Parc (Guaymallén). "Estoy como director de la Fundación Mendoza Crear, que es una escuela de artes digitales, y eso fue lo que me vinculó con el clúster Film Andes. Allí tenemos diferentes equipos de trabajo que van gestionando los diferentes objetivos", dijo.

La escuela de artes digitales tiene 11 años ya, hoy hay gente que está trabajando gracias a los cursos nuestros y son profesionales de nivel internacional y trabajan para empresas como Disney. Hace 11 años, si querías estudiar dibujos animados, tenías que irte a Buenos Aires La escuela de artes digitales tiene 11 años ya, hoy hay gente que está trabajando gracias a los cursos nuestros y son profesionales de nivel internacional y trabajan para empresas como Disney. Hace 11 años, si querías estudiar dibujos animados, tenías que irte a Buenos Aires

Vendemmia agregó: "Esto tiene que ver con lo que busco en la innovación. Buscamos sumar lo digital en lo educativo y por eso nuestra escuela es precisamente de artes digitales".

Respecto a la importancia del uso de la cibernética en el mundo actual, y donde el arte no puede estar ajeno, detalló: "Hoy cualquier artista, ya sea diseñador, animador, o que tenga contacto con cualquier producción de tipo digital, tiene que entender cómo se maneja esta tecnología, como en el caso de las MFT (Transferencia Segura de Archivos), realidad virtual o realidad aumentada. Esto no es el futuro, esto es ya, ahora".

La montaña y otras pasiones

Para Enzo, no todo es un mundo de imaginación y ciencia, ya que su espíritu inquieto también domina su cuerpo, y el deporte no le es ajeno, por el contrario. "Aparte de trabajar en lo que me gusta, tengo mucha pasión por la montaña. Soy un amante de la montaña, y cuando puedo me escapo a subir algún cerro", confesó.

"Esto lo hago desde los 20 años. En esa época me sumé al CUBA (Club Andinista Universitario de Buenos Aires) y toda mi vida deportiva la maduré ahí. Ahora salgo junto con el profe Carlos Tejerina, que ya es un amigo, tenemos un grupo que se junta los lunes y miércoles a entrenar. Carlos, su esposa y sus hijas, son famosos, como Celita (Celia) Tejerina, que fue a los Juego Olímpicos (Río 2016 y Tokio 2020) compitiendo en windsurf", destacó Vendemmia sobre su parte de su grupo de amigos con quienes comparte el amor por el andinismo.

No sólo en la vida empresarial ha alcanzado cumbres. También en la cordillera de Los Andes, las principales metas se han visto coronadas por este mendocino. "Salimos con un lindo grupo, ya que a la montaña no hay que salir solo, por una cuestión de seguridad. He podido alcanzar cumbres como el Aconcagua (6.960,8 metros), el Tupungato (volcán de 6.570 m), o el Mercedario (6.720 m) en San Juan, y todo lo que es el Cordón del Plata, que es nuestro lugar de entrenamiento".

Dibujo y cine

El ingreso de Enzo al arte digital tiene su génesis en el dibujo, su más precoz pasión. "Otro hobby que tuve siempre ha sido el dibujo, por eso es que tengo la escuela de arte. Hay dos cosas que de niño me marcaron, lo que ya mencioné del espacio, y el dibujo, y ahora de adulto siguen siendo mis pasiones", contó.

Respecto a la formación académica sobre el dibujo dijo: “Tener una enseñanza formal fue una asignatura pendiente. Yo dibujaba mucho en la escuela, tanto en la primaria como en la secundaria, e iba a escuelas de arte. Tenía un profe que lo amaba, se llama Mario Marziali (alumno del maestro Roberto Cascarini), al que fui durante años".

El contexto de los años '70 y '80 eran distintos respecto a la elección de carreras para un joven, y así lo expuso Enzo. "El tema de seguir estudiando arte, como carrera, en esa época era algo fuera de contexto. Hoy sería genial, pero en esos tiempos no. Yo terminé siendo licenciado en Administración de Empresas".

"Lo importante es que las cosas se van dando, hoy gracias a mi estudio sé de gestión, y eso me permite estar gestionando este tipo de cosas en las que se unen las pasiones que tengo desde niño", le sumó, conforme con lo realizado.

Además del dibujo, hay otro arte que lo seduce, y es el llamado séptimo arte. "Otra de mis grandes pasiones es el cine. Soy apasionado de un género, que es la ciencia ficción, sobre todo la clásica, la de las películas de los años ’50. Me fascina cómo los tipos con la tecnología de aquellos años hacían cosas maravillosas. Resolvían como genios totales".

Entusiasmado con un tema que lo moviliza, Vendemmia desplegó su conocimiento de experto. "Considero que el gran cambio en la tecnología del cine comenzó con Jurassic Park. Ahí se marcó un antes y un después en el cine de la mano de la productora Light & Magic, de George Lucas".

Entrados en el tema cine, Enzo reveló qué es lo que lo atrapa de un filme. “A pesar de mi amor por la tecnología, en realidad en el cine lo que me enamora de una película es la historia. Si es una buena historia, me encanta. Hace muy poco vi una que se llama La Llegada (2016, dirigida por Denis Villeneuve y escrita por Eric Heisserer)” dijo sobre la cinta que cosechó grandes críticas debido a su relato, fuera de lo habitual en el género, más propenso a grandes despliegues bélicos futuristas.

También me gustó la versión de Duna (Dune -2021-) de Villeneuve. Precisamente esta película y La Llegada salen de unos cuentos escritos en la década del ‘60”, señaló Vendemmia sobre los libros de Frank Herbert y Ted Chiang, respectivamente.

Como corolario de esta historia de vida de un hacedor mendocino, nada mejor que la autodefinición, la cual Vendemmia resumió así: "Yo me defino como un gran soñador. He aprendido que, con esos entusiasmos y pasiones, si uno genera y gestiona, tiene sus frutos", concluyó el mendocino que está sembrando semillas de creatividad a manos llenas, y ya puede ver los frutos.