Turismo

El pueblo que promete una desconexión total y no está para nada lejos

No hay carteles grandes que anuncien el pueblo y el nombre solo aparece en letras pequeñas cuando ya estás encima

En el centro-norte de la provincia de Córdoba, lejos de las sierras turísticas más conocidas, existe un pueblo muy pequeño al que casi nadie llega por casualidad. Para encontrarlo hay que salir de la Ruta Nacional 60, tomar un camino asfaltado que luego se vuelve de tierra compactada y recorrer unos 40 kilómetros entre campos de soja y monte bajo.

El pueblo tiene menos de 400 habitantes. Las casas son bajas, de ladrillo visto o pintadas de blanco, con galerías y patios grandes. Hay una plaza con juegos oxidados, una iglesia de 1908, una escuela que también es secundaria por la tarde y un club donde los domingos se juega al fútbol o se hacen bailes. La mayoría de la gente se dedica al campo: cría de ganado, tambo o cultivo de maní. El colectivo pasa una vez por día hacia la ciudad más cercana, Cruz del Eje.

pueblo tuclame
Tuclamé es un pueblo casi desconocido de Córdobal.

Tuclamé es un pueblo casi desconocido de Córdobal.

El pueblo perdido de Córdoba

El lugar se llama Tuclame y está en el departamento Sobremonte, a unos 750 metros de altura. Fue fundado a fines del siglo XIX por familias criollas y algunos inmigrantes italianos y españoles. Todavía quedan apellidos que se repiten en casi todas las casas: Carrizo, González, Oviedo, Tello.

En Tuclame no hay hoteles ni cabañas turísticas. Quien quiere quedarse pregunta en el almacén de doña Rosa o en la casa de algún conocido. Los fines de semana largos llegan algunos cordobeses que tienen parientes o que buscan un lugar tranquilo para descansar. Se puede caminar hasta el río, pescar bagres o simplemente sentarse bajo los algarrobos a tomar mate.

pueblo tuclame 3
El cartel de ingreso al humilde pueblo cordobés.

El cartel de ingreso al humilde pueblo cordobés.

La fiesta principal es el 25 de mayo, cuando se hace una gran perinada en la plaza y vienen músicos de los pueblos vecinos. El resto del año todo es silencio, viento y el sonido de los teros al atardecer. La gente saluda a todo el que pasa, aunque no lo conozca.

Tuclame es de esos pueblos que no aparecen en las guías ni en las fotos de Instagram, pero que guardan la esencia de la campaña argentina: gente sencilla, campo abierto y la sensación de que aquí el reloj anda más lento que en cualquier otra parte.

Temas relacionados: