Cosecha mecánica con maquinaria pequeña
Cosecha mecánica con maquinaria pequeña
Hace unos 10 años Sánchez había empezado a reunir a productores para proveer a algunas bodegas. Hace algunas cosechas atrás los productores comenzaron a sentir el apuro por levantar la uva sin lograr conseguir gente que lo haga. “Con mi cuñado compramos un par de camiones y con un grupo de productores armamos una cuadrilla chiquita, que después fue creciendo y el año pasado levantamos unos 15.000 quintales en cosecha manual”.
Así apareció un productor que tiene dos fincas grandes, una en Barriales y otra en Chapanay, “que tenía una maquina cosechadora ociosa y que necesitaba hacerla trabajar”, cuenta Marcelo.
La máquina es más pequeña que las más conocidas. “es una máquina muy sencilla, la tira un tractor doble tracción y no es agresiva con las estructuras y las plantas. Las máquinas grandes son agresivas en las fincas que están malas de madera, van a dejando el tendal de palos. Esta es mucho menos agresiva. Tiene una capacidad de carga de 2.000 kilos, 1000 en cada tolva, y en unas 8 horas puede cosechar unas 5 hectáreas”, relata.
La máquina no necesita callejones tan grandes, puede trabajar en trochas entre hileras de entre 1,90 y 2,50 metros y va expulsando la hoja. “La calidad de cosecha es muy buena, comparada con una máquina grande. Es muy dócil y trabaja a buen precio. Una máquina grande ronda los 380 dólares la hectárea, mientras que esta anda en los 200 dólares”.
Solo funciona en espalderos.
Cosecha asistida
La cosecha asistida tiene varios sistemas pero el objetivo es el mismo. Mantener la cosecha manual evitando que el cosechador deba caminar mucho. Desde tractores que tiran de un carro que cuenta con un sistema hidráulico que permite descargar en el camión, hasta bins colocados en las puntas de las hileras.
Con menos esfuerzo físico, la rapidez aumenta y el desgaste es menor. “Hay muchas mujeres cosechando y esto las ayuda mucho y no tienen que depender de nadie que las ayude”, dice Marcelo Sánchez.
Cosecha manual
La tradicional cosecha manual no desaparecerá jamás. No hay sistema que logre superar su calidad y, especialmente los vinos finos la requieren indefectiblemente.
Pero es un hecho que cada vez faltan más cosechadores y la cosecha 2021 será más compleja aún si la pandemia se dilata.
No solo está la incertidumbre si podrán llegar los obreros golondrina, sino que también está la duda de cómo podrán hacerse cumplir los protocolos sanitarios en las fincas para evitar contagios entre los trabajadores.
Así las cosas, hay que ir pensando en alternativas.