De acuerdo al Monitor de CAME, esto representó una suba interanual de U$S 1.684,3 millones del total exportado y 1,5 millón de toneladas, en la que Cuyo hizo su aporte.
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El vino sigue ingresando con éxito a mercados del exterior. Imagen ilustrativa.
Más exportaciones, menos precio
Las exportaciones terminaron con crecimiento, pese a que diciembre marcó desaceleración. Y a que el año había arrancado mal, con un primer cuatrimestre del año en rojo.
En ese sentido, el análisis se detiene en una pérdida de valor condicionada por el contexto mundial para el comercio exterior.
Es que el precio promedio de las economías regionales para ventas al exterior fue U$S 1.191 por tonelada, 1,5% menos que en 2023, "fruto de la caída de los precios internacionales", según indicó el comunicado de la CAME.
Como es sabido, la inflación hizo lo suyo. Y marcó una bisagra en julio, luego de un primer semestre difícil.
"Los exportadores padecieron alta exposición a la inflación, por lo que no había ambiente de negocio. En el segundo semestre de 2024 la situación cambió, fruto de una mayor certidumbre por acomodamiento de la macroeconomía", señaló CAME.
El crecimiento de Cuyo, en cifras
Al desagregar desempeños por regiones dentro de una performance positiva en general, surge que Cuyo facturó U$S 649,4 millones el último año. Eso significa 15,9% más que en 2023.
Mendoza fue el motor de las exportaciones regionales con U$S 564,9 millones.
Lo dicho: la vitivinicultura fue el principal complejo exportador, junto a los productos olivícolas y la producción frutícola.
De hecho, las frutas de carozo fueron el tercer complejo con mayor crecimiento en dólares y en toneladas exportadas. Su precio subió 5,1% (U$S 2.150).
Las exportaciones vitivinícolas posicionaron al sector como el segundo de mayor facturación: sumó U$S 1.105,9 millones, lo que representa un aumento en este aspecto del 19,5%. Así, se convirtió en el número 1 de Cuyo.
La olivicultura totalizó, por su parte, operaciones por U$S 350,3 millones, lo que representa un alza del 11% que no estuvo acompañado por el volumen.
Sucede que las 92.717 toneladas exportadas marcaron una caída de 7,8% frente al mismo período del año anterior. Pero a un mejor precio promedio: la tonelada promedió U$S 3.778, esto es, un aumento del 20,5%.
Las economías regionales con mejores resultados
Sin embargo, al margen de escalas, a otras economías regionales les fue mejor en cuanto al crecimiento interanual.
Por caso, la Región Centro (Córdoba-Santa Fe-Entre Ríos), gracias a los granos y también el complejo manisero, logró 39,7% de aumento convirtiéndose en el mayor de todo el país: vendió al exterior por U$S 1782,5 millones, con Córdoba a la cabeza.
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El maní fue otro de los protagonistas de las exportaciones. Imagen ilustrativa.
Si bien es la principal economía regional exportadora, con la mitad de todo lo que comercializa el país, la Región bonaerense, con una facturación de casi U$S 4.462 millones logró trepar de un año al otro 28,8% en dólares.
La superó la región del NEA, caracterizada por la producción yerbatera (U$S 108,7 millones en el año) y tabacalera (U$S 283,4 millones). Con U$S 513,7 millones logró crecer un 29,5% interanual.
Claro que hubo excepciones: NOA y Patagonia cerraron el año con resultados negativos, del -2,2% y -11,3% respectivamente.
Principales "socios" de las exportaciones
Más allá de números y apertura de nuevos mercados, lo que no cambia son los principales destinos de las exportaciones. En ese sentido, con la vitivinicultura al frente, Estados Unidos se ratificó como el principal socio comercial: allá fueron 15,4% de las exportaciones.
De una facturación total de U$S 1.344,3 millones, las exportaciones vitivinícolas representaron 25,1% (U$S 337,2 millones). De ese modo, la industria del vino colaboró para que las ventas crecieran 43,6% respecto del año anterior.
Brasil quedó en el segundo lugar. El principal socio de Argentina en el Mercosur representó 13,4%, gracias a exportaciones por un total de U$S 1.173,5 millones.