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Al andinista Walter Moreno (de amarillo, en la imagen) lo rescataron dos veces, en 2018 y luego en 2023.
Por supuesto, hay un capítulo aparte, que es el Aconcagua. Allí los extranjeros deben pagar un seguro que se hace cargo de las evacuaciones en caso de accidentes de cualquier naturaleza o incluso de muertes. Cuando ocurre alguna tragedia con un andinista de otro país en el Parque Aconcagua, a la provincia no le cuesta un peso. Lo mismo si se trata de un empleado de alguna de las empresas que prestan servicios. Son éstas las que se hacen cargo, como ocurrió con el guía de montaña Jorge Gallardo, un sanrafaelino de 35 años que fue el primer evacuado de la temporada y murió la semana pasada en el Hospital Central luego de once días internado. Sufría de un cuadro grave y ese rescate lo pagó la firma Lanke, para la que trabajaba.
De lo que se trata es de discutir si los aventureros amateurs que se largan a los espacios que ofrece la provincia a vivir una o dos jornadas de aventura, sin preparación adecuada ni seguros, deberían contar con algún tipo de cobertura, o directamente hacerse cargo de los gastos que demandan eventuales rescates, sobre todo en casos específicos de negligencias notorias.
Ahora, para tener idea de la magnitud de este gasto… ¿Cuánto cuesta un operativo de rescate estándar?
Aventura y rescate en la Ruta 13
La Ruta Provincial 13 es una invitación a la aventura, trepando desde los barrios del oeste lasherino hasta Uspallata, son casi 85 kilómetros de ripio, caracoles, quebradas, puestos, cursos de agua, caminos desafiantes, la Laguna de los Cangrejos, miradores… adrenalina, sol y diversión. Los amantes del trekking, el enduro, y el mountain bike suelen internarse en esa ruta que tiene algunos tramos inaccesibles para vehículos convencionales. Hubo un rescate allí dos semanas atrás, en el que vale la pena detenerse y hacer algunos cálculos: ¿Cuánto le cuesta al Estado mendocino el descuido de un par de paseantes?
El lunes 18 de noviembre marcó el fin del último fin de semana extra largo del mes pasado. Ese día, un hombre de mediana edad y su hijo salieron a recorrer la ruta en dos motocicletas de enduro. En general, ese tipo de motos son aptas para el andar rocoso en la RP13, pero son de autonomía corta. Siempre conviene llevar un bidón de combustible adicional en esas travesías, porque hasta Uspallata no hay manera de cargar combustible.
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Las motocicletas de los enduristas perdidos en la RP13.
Tal parece que los dos aventureros se desorientaron. “No encontraron la huella correcta para bajar” dijo una fuente. Habían salido a la mañana, perdieron la comunicación, y a las 18.30 se inició un operativo de búsqueda que incluyó once efectivos: seis de la UMAR, tres miembros de la Patrulla de Rescate y dos más del Cuerpo Aviación Policial (CAP). Hubo que montar el helicóptero B3, dos camionetas y cuatro motocicletas, para buscar a los dos señores que andaban en la RP13 ya al anochecer, presumiblemente sin combustible ni orientación.
El rescate duró nueve horas, desde las 18.30 hasta las 3.30 del martes 19. Una estimación realizada para esta columna por una fuente que conoce de los gastos policiales, indicó que el costo en horas-hombre fue de 990.000 pesos, más otros 1,3 millones de pesos por media hora de vuelo del helicóptero, combustible y seguros de los demás vehículos. Es decir, bajar a los dos enduristas desprevenidos costó 2,29 millones de pesos. ¿No habría que cobrarles a ellos? "Y este no fue de los rescates más caros" dice una fuente del Ministerio de Seguridad.
Hubo una anécdota adicional: una vez que los contactaron, los rescatados se habrían negado a bajar y dejar sus motocicletas en el piedemonte. No hubo siquiera discusión. Los policías les dijeron: “No hay problema, firmen acá, se quedan, y bajen mañana como puedan… nosotros los vinimos a buscar”. Finalmente accedieron al rescate y volvieron a buscar sus motocicletas al día siguiente. Claro ejemplo de cómo la escasa preparación para salir a la montaña le costó una buena suma de dinero al Estado mendocino. Es decir, lo pagamos todos.
Rescates a tiempo completo
No siempre aparecen en los medios. Pero rescates de esta naturaleza hay por lo menos tres o cuatro por fin de semana. Es rutinario. No está claro cuánto se gasta al año en este tipo de salvatajes, ya que no estaría presupuestado de modo independiente, sino como parte de los gastos generales de la Policía. Pero una estimación indicaría que se utilizan por lo menos unos 500 millones de pesos al año en rescates de personas imprudentes. La "temporada" dura todo el año. En los cerros, en los cursos de agua, o en medio de alguna tormenta de agua o nieve en invierno.
Hay casos especiales. Por ejemplo, una de las personas que en los últimos tiempos falleció luego de un rescate en el Aconcagua, habría sufrido una enfermedad de base que no informó a la empresa en la que trabajaba, ni a sus compañeros. Ello habría dificultado las atenciones urgentes. También hubo episodios con “incurables”. Un hombre llamado Walter Moreno debió ser rescatado en 2018, y luego, en 2023. La primera vez estuvo tres días perdido en los cerros de Cacheuta y lo salvaron unos perros que le dieron calor. En noviembre del año pasado, lo rescataron -otra vez- de un descenso en el que se descompensó, deshidratado y sin energías. Hay mucho más: en enero de este año, un par de turistas platenses debió ser rescatado de un cerro a 4 km de Horcones, con el helicóptero. Desde el borde de un cerro, uno de ellos cayó a un barranco buscando hacer la foto de su vida. Pudieron sacarlos a los dos.
Todos estos episodios cuestan dinero que pagamos todos los ciudadanos de esta provincia a través de Ingresos Brutos, Patentes, Inmobiliario, Sellos. Por eso, a los imprudentes habría que cobrarles los operativos. Así, la próxima vez y antes de salir, van a repasar bien su checklist de agua y combustible, o lo van a pensar dos veces antes de colgarse del filo de un cerro para obtener una selfie extrema.