En una primera instancia, los bancos pondrán controles sobre la modificación de los datos de sus clientes. Ante el pedido de un crédito, lo primero que se verificará es si el cliente cambió sus datos en el "home banking".
En un segundo paso, los bancos estarán obligados a enviarle una notificación a los clientes con la aprobación del crédito personal que (supuestamente) acaban de sacar. Y recién con el consentimiento explícito del cliente, los fondos quedarán disponibles.
Los bancos tienen resistencia a este punto ya que quieren que se acorten los tiempos. El Central plantea retrasar el tiempo que tarda en hacerse efectivo el desembolso del crédito a 72 horas con la idea de desalentar los fraudes. Idea que no convence demasiado al sector bancario que insiste en que el objetivo de los créditos es que se otorguen en el acto.
También habrá medidas de control sobre las transferencias bancarias, con el objetivo de poner el foco en aquellas operaciones que se realizan desde una misma cuenta (la del cliente) hacia otras en un lapso muy corto de tiempo.
Otra de las dificultades con estas estafas refiere a que el IP (identificación) de la computadora desde que extrae el dinero haciéndose pasar por el cliente permanece oculta, no se puede identificar.
Se dispararon los casos
Según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci), el fraude y estafa en cuentas bancarias, como el robo de claves de acceso a homebanking o de datos de tarjetas de crédito, fue uno de los delitos que más creció el año pasado: pasaron de 22 casos denunciados en 2019 a 641 en 2020.
Ese crecimiento exponencial -adjudicado a la pandemia y a la utilización casi exclusiva del home banking- se agravó en la primera parte de 2021, con múltiples denuncias de fraudes con créditos personales "pre aprobados". Según el BCRA, desde que explotó la pandemia, unas cuatro millones de personas empezaron a operar a través del canal digital.
Ese agravamiento obligó a Miguel Pesce -titular del BCRA- y a Sabina Frederic -ministra de Seguridad- a buscar una solución rápida.
Los bancos y los especialistas en seguridad aseguran que los sistemas informáticos son seguros. Que prácticamente no hay casos de hackeos a los bancos. Lo que se han detectado son engaños a personas que entregan de buena fe las credenciales de sus cuentas y a partir de ahí se dispara el robo de las cuentas.
Por eso mismo, las medidas del BCRA que se pondrán en marcha apuntan a esa validación de las autorizaciones a la hora de sacar un crédito exprés.
Doble problema para la víctima
Actualmente cuando un cliente es víctima de una estafa, lo primero que tiene que hacer es la denuncia ante su banco. Y, si no obtiene una respuesta positiva, debe insistir con Defensa del Consumidor. Y también ante el Banco Central, que intercede ante la entidad financiera. El problema con el que se encuentra la víctima hoy en día, es que la entidad bancaria le exige devolver el préstamo bajo las condiciones que opera cada banco, cuando en realidad ese dinero se lo llevó un ciberestafador.